El español Fernando Alonso (Alpine) batirá el próximo domingo, si ninguna desgracia lo impide, otro récord en la Fórmula Uno, el de grandes premios disputados, que dejará en 350 en Singapur, donde mejorará al finlandés Kimi Raikkonen, campeón del mundo en 2007 (con Ferrari) y retirado la pasada temporada.
En la pista urbana de Marina Bay, el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) podría dejar matemáticamente resuelta, a los 24 años, la revalidación del título mundial. Algo que sucederá si el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) no mejora el noveno puesto y el nuevo ídolo de los Países Bajos gana la recuperada carrera nocturna sin que su compañero, el mexicano Sergio Checo Pérez –que aún tiene posibilidades numéricas–, no mejora un cuarto puesto o acaba en esa posición sin marcar la vuelta rápida.
A Verstappen también le vale ganar la carrera con la vuelta rápida, mientras Leclerc no mejore un octavo puesto o Checo no acabe en el podio. En ese caso, Mad Max ya sería bicampeón del mundo este domingo y contaría 32 victorias en la categoría reina, igualando en las estadísticas al doble campeón mundial asturiano (2005 y 2006, con Renault).
Si cualquiera de estas dos premisas se cumpliese –y dando por hecho que las órdenes de equipo evitarán demorar festejos– daría igual que Leclerc hiciese un pleno absoluto, ganando después las cinco carreras restantes con vuelta rápida y añadiese, además, los ocho puntos extra que otorga la victoria en la tercera y última calificación a través de una prueba sprint, la de Brasil.
Mad Max volvería a ser campeón, aun sin sumar un solo punto en los últimos cinco grandes premios de un Mundial que concluirá el próximo 20 de noviembre, en el circuito de Abu Dabi.

