Hacia México partió ayer jueves la Selección Sub-18 Masculina de Fútbol Americano, en representación de Panamá.
Esta selección no es como cualquier otra: la mayoría de los jugadores pertenece a una fundación conocida como los “Believers”.
Cuando estos atletas llamados “Believers-Creyentes” tenían entre 7 y 8 años, aprendieron juntos a jugar fútbol americano, gracias a la ayuda y dedicación del coach Andre Gladden.
El torneo es el XXIII Tazón Internacional del Caribe 2022, que tendrá lugar en Cancún, México. El escenario será el Coliseo Maya Stadium, Anahuac University.
Muchos de ellos vienen de barrios considerados peligrosos en Panamá por el alto índice de homicidios y pandillas, pero aun así, escogieron un mejor camino y aprendieron a jugar al fútbol americano, como una herramienta que los alejó de los malos hábitos en sus comunidades.
Hoy, en su primer viaje, ratifican lo que se les inculcó desde niños: nunca dejar de soñar y creer siempre en que lo puedes lograr, que con Dios en tu vida y con fe, todo es posible.