10 datos que debes saber para entender el déficit fiscal de Panamá

¿Por qué importa el déficit? Si las cuentas del sector público son deficitarias, es decir, si los gastos son mayores que los ingresos, el Gobierno debe contraer deuda para compensar el desbalance. A medida que la deuda aumenta, lo hace también el gasto en intereses, poniendo presión al presupuesto. Analistas económicos han cuestionado que la mayor parte de los recursos se destinen a costear las operaciones del Estado, cuando el gasto más efectivo es aquel que se dedica a la inversión, ya que dinamiza la economía, contribuye a generar empleo y resuelve las necesidades básicas de la población.

$2,546.3 millones fue el déficit fiscal del sector público no financiero en los seis primeros meses del año, informó el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). El Gobierno incurre en déficit porque los gastos son mayores que los ingresos.

33.3% aumentó el déficit fiscal en comparación con el primer semestre del ejercicio anterior. Entre enero y junio de 2022, el desbalance de las cuentas públicas había sido de $1,910 millones, es decir $636.3 millones menos que este año.

¿Por qué sube el déficit? Porque los gastos han crecido a un ritmo superior a los ingresos. Los gastos totales se elevaron un 10.9%, mientras que los ingresos lo hicieron apenas un 3.3%.

¿Qué frenó los ingresos? La recaudación de la Caja de Seguro Social tuvo un buen desempeño y creció 10.1%. La brecha se produjo en el Gobierno Central, la principal fuente de recursos para el sector público, que vio una caída en los ingresos de 2.3%. La recaudación notó el efecto de la extensión del año fiscal 2022 hasta el 13 de enero de 2023, lo que supuso que los ingresos corrientes en efectivo recibidos en esos primeros días del año se computaron en el balance de 2022.

El gasto total se elevó hasta $8,329.5 millones, siendo el principal componente el gasto operativo, al que se destinaron $6,426.2 millones, un 7.4% más. Entre los principales gastos están los servicios personales o planilla, que se elevaron un 3.3% para totalizar $1,969 millones. El MEF señaló que este gasto estuvo influenciado por leyes especiales que establecen aumentos salariales y por requerimientos de personal. Destacaron los incrementos en el Órgano Judicial y el Ministerio de Educación.

Sobre el crecimiento del gasto corriente, el economista Ernesto Bazán comentó que “no se ha hecho ningún esfuerzo por reducir el gasto y generar ahorro corriente”. Dijo que hay terreno para reducir gastos, pero en cambio se ve un aumento en el gasto en planilla y la prolongación de subsidios. Puso como ejemplo el subsidio al combustible, “que se pensó como un alivio temporal y casi que se ha convertido en uno permanente”.

Sustancial fue el aumento del gasto en intereses, que pasó de $782.3 millones a $1,015.4 millones, un incremento de 29.8%. Esto es consecuencia del mayor nivel en el saldo de la deuda pública, que se disparó después de la pandemia, y por un creciente costo de la deuda en un entorno de mayores tasas de interés. Cuanto mayor es el gasto en intereses, menos espacio queda en los presupuestos para atender necesidades sociales.

El gasto de capital o inversión también creció a buen ritmo, 12.8%, pero su peso en la composición del gasto ($1,903.3 millones en total) sigue siendo inferior al operativo. El MEF destaca las inversiones ejecutadas por el Ministeiro de Obras Públicas ($195.5 millones), el Ministerio de Educación ($111.3 millones), el Ministerio de Salud ($108.6 millones) y el Ministerio de Desarrollo Agropecuario ($102.5 millones).

3.11%. Es el nivel de déficit fiscal en términos relativos, comparado con el tamaño del producto interno bruto nominal que proyecta el Gobierno para todo 2023. Es una referencia importante, porque la Ley de Responsabilidad Social Fiscal permite para este año un déficit de 3%. El Gobierno dice que espera cumplir este objetivo de déficit, teniendo en cuenta que en el último trimestre del año es cuando se recibe la mayor parte de ingresos corrientes por los aportes del Canal de Panamá.