Desde que inició la figura de los operadores remotos, el proyecto de integración de las bolsas de valores de Panamá y El Salvador, se han efectuado 685 transacciones por un monto total de $121 millones.
El sistema empezó a operar en 2017 y “todas estas transacciones se han dado sin ningún contratiempo, por lo cual se ha probado este concepto innovador”, afirmó este miércoles 27 de noviembre Alexander Quezada, gerente de Desarrollo de Mercado de la Bolsa de Valores de Panamá en un conversatorio con periodistas.
En la actualidad hay cinco operadores remotos de El Salvador y cuatro de Panamá que hacen emisiones que pueden ser compradas por inversionistas de uno u otro mercado.
La aspiración de la Bolsa de Valores de Panamá es convertirse en un centro o hub regional del mercado de valores. Por eso se mantienen conversaciones para que otras bolsas de la región se sumen al modelo creado por El Salvador y Panamá.
La bolsa de República Dominicana podría ser la siguiente en la lista porque ya efectuó las modificaciones legales necesarias para incorporarse y es una jurisdicción reconocida para tener una operación integrada, confirmó Ramón Diez, director jurídico de la Superintendencia del Mercado de Valores.
“Para poder integrarse, la mayoría de países debe ajustar su normativa. Estamos avanzado el análisis de Nicaragua para reconocerla como jurisdicción y hemos solicitado a Guatemala la documentación para hacer lo propio”, aseguró el abogado.
La visión de la integración de los mercados es compartida por las bolsas que conforman la Asociación de Mercados de Capitales de las Américas, que incluye las plazas de Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.
Juntas podrían crear un mercado con un volumen de negociación similar al de Colombia, uno de los grandes países del continente, pero hay ciertos obstáculos para la consecución de este objetivo.
Además del distinto ritmo para concretar los cambios regulatorios existentes y de las situaciones políticas en cada país, hay algunas relaciones bilaterales que tendrían que mejorar. Por ejemplo, Ecuador mantiene a Panamá en su lista de paraísos fiscales, condición que haría inviable la incorporación de sus bolsas a un sistema integrado con Panamá por las tasas que se imponen a las operaciones financieras.