El Gobierno y los usuarios de la Zona Libre de Colón (ZLC) están cada vez más cerca de llegar a un consenso, después de varios meses de conversaciones, solicitudes y diferencias entre ambos. Parece que los brazos se empiezan a torcer.
Ayer, la Asociación de Usuarios (AU) de la ZLC recibió del Gobierno un paquete de reducciones en ciertas tasas y un par de impuestos, que ahora espera por el beneplácito de los empresarios para poder afirmar que se logró un consenso.
La propuesta contempla reducciones en el cobro por entrada marítima de $150 a $25, tal como aspiraba la AU; recorte en las tasas de basura y seguridad, y una modificación en el uso del formulario de declaración de movimiento comercial.
Si bien no se redujo el costo de $15 por cada formulario, el Gobierno propone eliminar el límite de 10 renglones para registrar las ventas y permitir que este sea ilimitado.
De esta manera se evitaría pagar $15 cada vez que la empresa hace más de 10 registros. Este patrón se heredó cuando se actualizó la forma de registro de papel químico a computadora.
En cuanto a la propuesta en materia fiscal, las partes involucradas prefirieron no revelar de qué se trata hasta que se confirme el acuerdo entre Gobierno y empresarios.
En diciembre pasado, la ZLC redujo de $5 mil a $2 mil 500 el costo de la clave de operación, que los usuarios deben pagar antes de empezar el año.
Los usuarios pagan 10 tasas a la ZLC y 10 impuestos al Estado. Según la AU, estos gastos son los principales culpables de la crisis que aqueja a esta zona franca panameña. Para el Gobierno es el deprimido contexto internacional que ha golpeado a los principales socios de los empresarios y que ha agravado la situación.
Es aquí donde radican las conversaciones y diferencias entre ambos desde hace varios meses. Los usuarios piden que les quiten impuestos; el Gobierno dice que no.
Con la propuesta presentada este viernes da la sensación de que ambas partes podrían encontrarse en un punto medio próximamente, y amortiguar la sostenida ralentización de la actividad comercial de la ZLC de los últimos tres años.
Cifras de la Contraloría General de la República indican que en 2015 el movimiento comercial fue por $21 mil 739 millones, un 9.5% menos que los $24 mil 22 millones de 2014. En los dos años anteriores la contracción fue de 12.4% en 2014 y 10.2% en 2013.
La última vez que la ZLC cerró un año positivo fue de 2011 a 2012, cuando la actividad comercial mejoró en un 4.7%.
Información de la gerencia de la zona franca reveló que las reexportaciones cayeron 34% en enero, mes en el que 55 empresas cancelaron sus claves de operación. Al mismo tiempo abrieron otras 16.
Se intentó conocer qué empresas se fueron y llegaron a la ZLC, pero su gerencia acogió en el consejo de su departamento de asesoría legal de no revelarlas.El año pasado, la ZLC aportó al erario público $30 millones, $5 millones más que en 2014.
MARZO, EL MES DE COLÓN
El gerente de la ZLC, Surse Pierpoint, resume la proposición en materia fiscal como algo que “es más de lo que tal vez el Ejecutivo quisiera y menos de lo que quisieran los usuarios, pero es algo”. Parece que los brazos se empiezan a torcer.
La AU convocó a una asamblea extraordinaria para el próximo martes, donde su presidente Marco Téllez divulgará la propuesta gubernamental. Aunque afirma que no era a lo que aspiraban, considera que el paquete presentado “es importante porque el Gobierno está mostrando disposición y ha logrado asimilar que efectivamente hay una crisis”.
Empero, señaló que esta propuesta no marca el final de las negociaciones.
La reunión de ayer marcó un hecho inédito en la relación del Gobierno y los usuarios: por primera vez en 15 años (tres administraciones de tres partidos políticos) se proponen rebajas en algunos impuestos y no aumentos. Tanto Téllez como Pierpoint hacen hincapié en ello.
También coinciden, con idénticas palabras, en que marzo “va a ser un mes muy importante para provincia de Colón”.
¿Por qué? Porque allí será cuando la junta directiva de la ZLC se reúna para hacer efectivas las rebajas de las tasas, en el caso de que la AU acepte la propuesta planteada; y porque se podrían aprobar en la Asamblea Nacional el proyecto para modificar la Ley 48, por la que se creó esta zona franca en 1948, y la ley de Colón Puerto Libre.
Mientras funcionarios y empresarios se reunían para discutir los ajustes, turistas y compradores se paseaban por la calles de la ZLC, mostrando un panorama menos sombrío, al menos ayer, comparado con el que pudo constatar este medio cuatro meses atrás.
Algunos trabajadores del área reafirman que la crisis está cada vez peor; otros insisten en que lo de la crisis no es tal.
Un grupo de turistas chilenas, que arribaron a Colón en uno de los dos cruceros que habían llegado en la mañana a la otrora “tacita de oro”, confiesan que los precios no están “tan baratos” como les habían dicho, con excepción de ciertos rubros.
Otros van y vienen en pequeños grupos cargando de a dos o tres bolsas grandes llenas de mercancía. La venta al detal ha ayudado a varias empresas a mantenerse a flote. De acuerdo con la gerencia de la ZLC, el 90% de las cerca de 2 mil 400 compañías que operan allí facturan menos de $10 millones al año.
Pierpoint señala que hay dos ZLC paralelas: la de las multinacionales, “que vemos que crece”, y la tradicional, “que es la que está agonizando”.
En la tradicional es donde se encuentran los empresarios locales, que son los que más han sufrido la caída en la demanda de sus clientes y el encarecimiento de los productos en China, que a su vez ya no compra al mismo ritmo que años atrás. Aunado al contexto internacional padecen de las tasas e impuestos que deben pagar para operar en la ZLC.
El próximo martes 1 de marzo se sabrá si los ajustes presentados ayer por el Gobierno son bien recibidos por los usuarios de la ZLC. Todo indica que sí se logrará ese consenso que los ha esquivado durante meses. Parece que los brazos se empiezan a torcer.