El presidente interino Michel Temer anunció el martes una serie de medidas de austeridad a fin de aliviar la peor crisis económica que Brasil ha visto en décadas, y advirtió que si no se toman medidas urgentes se estaría sentenciando a futuras generaciones a "penurias extraordinarias".Durante una reunión televisada con otros funcionarios del gobierno, el mandatario de 75 años golpeó la mesa insistiendo en que estaba en condiciones de ejercer la presidencia.Temer dijo que el Gobierno recibirá el pago de aproximadamente 28 mil millones de dólares que le había prestado al banco de inversión nacional Bndes, y que eliminaría un fondo creado para invertir los ingresos petroleros en educación.Temer prometió además enviar una propuesta al Congreso que indexará el crecimiento del gasto público a la inflación, que actualmente ronda el 10%.
Las medidas de austeridad más severas dependerán del Congreso, que deberá votar en los meses próximos sobre si Temer, quien era vicepresidente, podrá quedarse en el cargo hasta 2018, o si la presidenta suspendida Dilma Rousseff podrá regresar después de su juicio político.
Temer asumió el cargo después que Rousseff fue sometida a juicio político por el Senado por supuestamente usar tretas contables en el manejo del presupuesto federal.
Rousseff niega las acusaciones y ha prometido resistir los intentos de destituirla de manera permanente en su próximo juicio.
Temer, quien lleva menos de dos semanas como presidente interino, ha sido duramente criticado por diversas razones, como por ejemplo haber nombrado un gabinete formado únicamente por hombres blancos, o por considerar ideas impopulares propuestas por su ministro de finanzas, como la de aumentar los impuestos.
Los problemas para Temer se agravaron el lunes, cuando su ministro de Planificación, Romero Juca, se separó del cargo luego de que surgió una grabación en la que parece estar argumentando que la destitución de Rousseff era necesaria para frenar una investigación sobre corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
"He escuchado: 'Temer está viejito, pobrecito, ya no puede gobernar'. ¡Eso es un disparate!", dijo Temer, que usualmente es tan calmado que le han apodado "el mayordomo".
"Fui secretario de seguridad interior en Sao Paulo dos veces, y tuve que lidiar con criminales. Yo sí sé cómo gobernar", agregó.
Se calcula que la economía brasileña se contraerá en un 3% este año, tras una contracción de casi 4% en 2015.