Este domingo 26 de junio de 2016 pasará a la historia como el día que se inauguró el tercer juego de esclusas del Canal de Panamá, la mayor obra de ingeniería en lo que va del siglo XXI.
No solo ha sido el epicentro de obstáculos, sino que también ha generado empleo y transformará el comercio mundial, incrementando la capacidad de carga permitida en la vía acuática.
La inauguración del tercer juego de esclusas se une a las dos anteriores que existían desde 1914 y que se han mantenido por más de 100 años.
Al acto asisten 62 delegaciones internacionales, que junto con el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela; el ministro de Asuntos del Canal, Roberto Roy, y el administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Jorge Luis Quijano, le dan la bienvenida al buque Cosco Shipping Panama mientras cruza Agua Clara, la primera de las esclusas inauguradas este domingo.
En una publicación de la empresa naviera Seatrade, con motivo de la inauguración del Canal ampliado, Varela comenta que cuando se inauguró la vía interoceánica en 1914 "fueron contados los panameños que estuvieron involucrados con semejante proyecto de ingeniería e innovación humana". Pero agrega que "100 años después, la historia es diferente".
Roy, en la misma publicación titulada "Inauguration of the expanded Panama Canal", recordó los primeros contactos que tuvo, en 1995, con Alberto Alemán Zubieta, administrador del Canal de 1996 a 2012, con miras a modernizar el Canal. Desde aquella ocasión se hablaba de cómo se podría modernizar un envejecido camino acuático y cómo se podía transferir al control panameño el 31 de diciembre de 1999.
La modernización "involucraría un esfuerzo enorme que requeriría de mucha mano de obra y recursos técnicos externos para la Autoridad del Canal de Panamá", declaró.
Desde entonces, le precedieron múltiples reuniones con Quijano, el actual administrador del Canal, y su equipo. Discutían temas legales, de ingeniería y de finanzas junto con los demás trabajadores y contratistas.
Quijano, que lleva más de 40 años trabajando en el Canal de Panamá, estuvo presente cuando se llevó a cabo el proceso de transición de manos estadounidenses a las panameñas, pero indicó que también hubo un cambio de modelo de negocio cuando se decidió el programa de la expansión para mantener relevante el camino acuático para ajustarlo a los patrones cambiantes del comercio mundial.
Jorge Luis Quijano
Administrador de la Autoridad del Canal de Panamá
Quijano, que ha estado presente desde que nació la idea de la ampliación, vio cómo pasó de una conversación a un dibujo, luego a un plano y posteriormente a modelos de escala, integrando variables matemáticas y de física. Poco a poco, el megaproyecto de ingeniería fue tomando forma hasta lograr consolidarse, con la ayuda de más de 40 mil trabajadores, 90% de ellos panameños.
"Las nuevas dimensiones de la vía acuática complementan la creciente plataforma marítima, los servicios de transporte y logística que, aunados a los servicios financieros y comerciales, construyen la identidad de la economía panameña”, dijo Varela.
Según Roy, aunque el mercado es, como siempre, fluctuante y lleno de desafíos, "tengo la certeza de que los excelentes equipos que se han conformado a través de los años demostrarán su potencial".
“Estamos comprometidos con reforzar la base del Canal y complementar sus actividades para añadirle valor a los productos y servicios que proveemos. Lo conseguiremos a través del proceso de renovación continua en que nos hemos embarcado para hacer de la ruta de Panamá, la más competitiva, interconectada y fiable”, añadió Quijano.
Para él y todos los ciudadanos de Panamá, la inauguración de la expansión del Canal es fuente de orgullo y simboliza como un país innova para mantenerse al pie del progreso con su gente, pensando en su rol estratégico en la economía global.