Lo único que quería Eduardo Fernández era llegar a su hotel y descansar tras pasar 11 horas en dos aviones que lo trasladaron desde Buenos Aires, Argentina, hasta Isla Colón, en la provincia de Bocas del Toro.
Fernández, quien fue atraído por las aguas cristalinas de las playas bocatoreñas, fue sorprendido por funcionarios del Municipio de Bocas del Toro, que le indicaron que debía pagar tres dólares si quería salir de la terminal aérea.
Señala que al momento de planear el viaje no recibió información de que debía pagar este impuesto. El cargo en mención es el impuesto ambiental que comenzó a cobrar el municipio en 2013 con la finalidad de mejorar la recolección de la basura, uno de los grandes problemas que al día de hoy continúa afectando la imagen de este destino turístico.
Desde su aplicación, este cobro ha generado rechazo de parte de los empresarios de la zona, que alegan que no conocen el verdadero uso que se le da a los fondos, ya que la recolección de los desperdicios no ha mejorado.
Gustavo Him, administrador de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), manifestó que adicional al cobro del impuesto, el trato que reciben los turistas por funcionarios del municipio no es el más adecuado.
“La semana pasada fui testigo de cómo a un turista le retuvieron su equipaje hasta que no cancelara los tres dólares”, indicó Him. El funcionario criticó el mal estado de la terminal aérea, que no cuenta con equipos para revisar las maletas de los viajeros.
“Los municipios quieren que la ATP resuelva todo lo relacionado con el turismo, pero impuestos como este afectan cualquier promoción que podamos hacer”, expresó.
Dijo que el municipio debe utilizar los fondos de la descentralización para mejorar la recolección de la basura y así eliminar el cobro a los turistas, ya que en su opinión no contribuyen con el turismo local.
Úrsula Kiener, gerente de Air Panamá Viajes, agencia de viajes de la aerolínea Air Panamá, que es la única que mantiene vuelos regulares a Isla Colón, indicó que las autoridades municipales querían que el impuesto se incluyera en el costo del pasaje aéreo, a lo cual la compañía se opuso.
Kiener reiteró que los principales problemas de Isla Colón son la mala disposición de la basura y el mal estado del aeropuerto.
La ejecutiva fue más allá y denunció el mal estado de las terminales nacionales: “en Pedasí no hay agua ni luz; en isla Contadora no hay sillas, y el aeropuerto de Albrook se está cayendo a pedazos por las filtraciones”, explicó.
Al ser consultado sobre el tema, Martín Cirio Downer, alcalde del distrito de Bocas del Toro, explicó que los fondos generados por el pago que hacen los turistas se utilizan para mejorar las áreas verdes de la isla y en la recolección de la chatarra.
“Tenemos jornadas de limpieza, así como trabajos de embellecimiento de las áreas públicas de las principales islas adonde llegan los visitantes”, agregó.Aseguró que está abierto a la posibilidad de buscar otras alternativas que reemplacen el cobro de los tres dólares.
Con relación al trato que reciben los visitantes por parte de los funcionarios municipales, señaló que en los próximos meses darán capacitación permanente, seminario que será dictado por una persona que se está formando en Argentina en materia de atención turística.
Según Downer, mensualmente el municipio recibe 2 mil dólares por el cobro del impuesto municipal, y señaló que de los fondos de la descentralización destinarán 80 mil dólares para crear centros de acopio de desechos. También se pretende establecer un sistema de vigilancia a través de cámaras para imponer multas a las personas que depositen la basura en las calles.
Como parte del plan de descentralización, el Municipio de Bocas del Toro recibió 500 mil dólares de la distribución por parte del Gobierno Central de los fondos obtenidos del impuesto de inmueble.