El presidente cubano Raúl Castro reconoció el viernes que la crisis en Venezuela, su principal socio comercial, está golpeando la economía isleña y que provocó incluso una caída de la expectativa de su Producto Interno Bruto.
Según una transcripción del discurso de Castro del portal oficial Cubadebate, el mandatario explicó a los diputados reunidos en la Asamblea del Poder Popular, el Parlamento unicameral, que en el primer semestre Cuba creció solo el 1%, la mitad de lo previsto.
Este resultado está "condicionado por la agudización de restricciones financieras externas motivadas por el incumplimiento de los ingresos por exportaciones, unido a las limitaciones que afrontan algunos de nuestros principales socios comerciales, debido a la caída de los precios del petróleo", manifestó el mandatario.
"A lo anterior se añade una determinada contracción en los suministros de combustible pactados con Venezuela, a pesar de la firme voluntad del presidente Nicolás Maduro y su gobierno por cumplirlos. Lógicamente ello ha ocasionado tensiones adicionales en el funcionamiento de la economía cubana", agregó.
Aunque en diciembre pasado el gobernante mencionó de manera general el impacto de la crisis venezolana nunca se había referido a ella de manera tan explícita, reconociendo incluso una disminución en el volumen de venta de crudo mediante créditos blandos a Cuba vigentes desde el inicio de la década pasada, cuando el ex presidente Fidel Castro y el fallecido Hugo Chávez trabaron una fuerte amistad política.
Paralelamente, Cuba siente la presión de las sanciones impuestas por Estados Unidos, muchas de las cuales siguen en toda su vigencia pese a un deshielo diplomático comenzado entre los dos países en 2014.
Sobre el acercamiento Castro aseguró que pese a la promesa realizada por su colega estadounidense Barack Obama cuando visitó la isla en marzo, no se había podido hacer operaciones en dólares lo que significa cargos adicionales para Cuba.
No se permitió el acceso a la prensa extranjera a las sesiones del Parlamento.
Cubadebate había mencionado previamente que el vicepresidente encargado de los asuntos económicos Marino Murillo dijo a los parlamentarios que la economía creció solo 1% en el primer semestre, lo que deja al país corto de dinero.A comienzos de esta semana el propio Murillo indicó que la caída de los precios en las exportaciones y otros problemas económicos significan que los cubanos necesitan adoptar medidas de ahorro de combustible, pero no ofreció detalles de las misas.
Sin embargo en entrevistas realizadas por AP con trabajadores y funcionarios se determinó que las mismas significaban un recorte del 50% en las asignaciones de gasolina al sector estatal, apagado de aires acondicionados y recortes de los horarios laborales.Ahora frente a los diputados Murillo agregó que con las restricciones implementadas para el ahorro de energía se pretende reducir el consumo de electricidad en 6% sin afectar el suministro residencial, que representa cerca del 60% del consumo de energía.
Servicios primordiales y sectores generadores de divisas, como el turismo, la producción de níquel y otras áreas prioritarias no experimentarán recortes.Castro señaló que era probable que a partir de este escenario hubiera algunas consecuencias negativas, pero rechazó el alarmismo de que Cuba estaba al borde de un nuevo periodo especial, como se llamó a la profunda crisis económica que golpeó a la isla en los 90 con largos apagones y desabastecimiento.
"No negamos que pueden presentarse afectaciones, incluso mayores que las actuales, pero estamos preparados y en mejores condiciones que entonces (los años 90) para revertirlas", aclaró el gobernante.
También reconoció que se produjeron impagos a proveedores que serán subsanados para no afectar la credibilidad de la isla.Durante cuatro días previos los diputados reunidos en comisiones tocaron temas como la problemática de la vivienda, la calidad de los alimentos, la contaminación sonora y la política aduanera.Los diputados en Cuba no son profesionales.
Se los elige entre los vecinos y centros de trabajo y mantienen sus empleos habituales y sueldo, pero son convocados dos veces al año para sesiones plenarias y la aprobación de leyes.
También el viernes, un aviso del gobierno publicado en el diario del Partido Comunista Granma indicó que Abel Prieto, un reconocido escritor, profesor e intelectual, fue nombrado nuevamente ministro de Cultura del país en reemplazo de Julián González.
Prieto ocupó el mismo cargo de 1997 a 2012 y nombrado asesor especial del presidente y miembro del Consejo de Estado de Cuba.