Nueve de la mañana. Segundo día en Davos. Hileras de coches de lujo con los cristales tintados se abren paso por las calles blindadas de la exclusiva estación alpina suiza transportando a la élite política y económica del mundo desde los lujosos hoteles hasta la sede central del Palacio de Congresos.
Los 2 mil 500 participantes tienen mucho de dónde elegir. Solo de 9 a 11 de la mañana estaban previstas más de 10 sesiones al mismo tiempo que versan desde la meditación, el arte del autorretrato, una proyección fotográfica sobre la cultura contemporánea, el mundo cibernético, la sinergia entre negocios y tecnología, ideas creativas para erradicar la pobreza extrema o la escasa respuesta internacional ante la epidemia del ébola.
Algunos críticos alegan que Davos ha degenerado en una feria de las vanidades, donde los multimillonarios acuden a fiestas y cocteles para relacionarse entre ellos, pero es también una cita anual obligatoria para los hombres de negocios.
En total, hasta el próximo sábado el Foro Económico Mundial ha organizado 280 debates públicos, foros de discusión, talleres y otras actividades, aunque casi todos coinciden en que lo más importante son los “petit comité” sin cámaras, sin periodistas, en las cafeterías, pasillos y restaurantes.
“Si no haces agenda social, estás perdido”, comenta un joven empresario español escapando porque llega tarde a un meeting. Y esto le sucede también a los 40 jefes de Estado y de Gobierno que participan este año en la 45º edición del Foro Económico Mundial que se estructura en torno al tema “El Nuevo Contexto Global”.
Fuentes de la Presidencia de Panamá han comentado a La Prensa que el presidente Juan Carlos Varela tiene la agenda “horriblemente llena, no hay tiempo para la improvisación” y que el tema central de su viaje a Davos es la “inversión en Panamá”.
Varela se estrena hoy como orador en una conferencia sobre el futuro de América Latina después de que ayer se evidenciara en una de las sesiones públicas la preocupación general por el deterioro que atraviesan Brasil, Argentina y Venezuela, la lenta recuperación de Chile o la excesiva dependencia de la región de materias primas de otros.
En la Sala Aspen 2, del colosal Centro de Congresos, el vicepresidente del Banco Hipotecario de Argentina, Mario Blejer sentenció el sentir general con una dramática frase: “la fiesta se ha acabado”. “Los países de Latinoamérica continúan siendo muy dependientes de la exportación de bienes”, recalcó Blejer, tratando de explicar las causas. Otros adujeron también la constante bajada de los precios del petróleo o la incapacidad de Europa para recuperarse, así como la desaceleración de China. En este sentido, el ministro de Finanzas de México, Ildelfonso Guajardo, que compartirá debate hoy con Varela lamentó haber “desperdiciado” la oportunidad que brindó el petróleo hace unos años.
El presidente panameño ha empezado su agenda social en Davos reuniéndose esta mañana en privado con el primer ministro holandés, Mark Rutte, con el CEO de Mitsubishi Corporation, Ken Kobayashi, el presidente de Nestlè para Latinoamérica, Chris Johnson, y con el Rey de Jordania, Abdalá II bin al-Hussein, que participará al día siguiente en una conferencia dedicada a cuestiones de seguridad y a cómo luchar contra el extremismo.