La Dirección de Salud Animal del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) investiga un supuesto caso de contrabando de ganado bovino de Costa Rica. Los hallazgos preliminares indican que se estarían utilizando el programa de trazabilidad bovina para encubrir los animales que son introducidos al territorio panameño.
La trazabilidad es un mecanismo que incluye la colocación de un arete o dispositivo electrónico que se le coloca en la oreja derecha del ganado, para medir su trayectoria, desde el momento que nace, hasta su llegada a los mataderos.
En la pasada administración se asignaron 40 mil aretes del programa de trazabilidad bovina a la región fronteriza de Barú, en la provincia de Chiriquí, cuando los registros de hato ganadero en esta zona pecuaria no pasa de los 20 mil animales, advierte Blanca Gómez, secretaría técnica del Gabinete Agropecuario establecido en la administración de Laurentino Cortizo.
Esta diferencia en las cifras encendió las alertas de las autoridades agropecuarias, que investigan si los aretes faltantes se utilizan para introducir animales desde Costa Rica, haciéndolos pasar por ganado panameño, agregó la funcionaria.
"Una vez concluyan las investigaciones, el director Nacional de Salud Animal, Concepción Santos Sanjur, rendirá un informe al ministro del MIDA, quien presentará las debidas denuncias”, dijo Gómez.
El programa nacional de trazabilidad o rastreabilidad pecuaria está integrado por tres componentes: registro de productores, identificación del animal y control de movilización.
El objetivo es establecer controles que favorezcan la inocuidad, desarrollo del sistema oficial de información, dar seguimiento y registrar los movimientos de los animales.
En la pasada administración se decidió dividir al país en cinco grandes zonas para darle sostenibilidad al programa y tener un mayor control del presupuesto.
La primera zona incluye la región occidental del país (Chiriquí, Bocas del toro y la comarca Ngäbe-Bugle).
La zona dos la integran las provincias de Herrera y Los Santos; la tres la conforman Veraguas y Coclé, la cuarta abarca de la provincia de Darién, y la quinta Panamá Oeste, Panamá y Colón.
El contrabando de animales por el cordón fronterizo con Costa Rica es una de las quejas constantes de los ganaderos panameños, quienes denuncian que a las subastas ganaderas llegan animales de procedencia indeterminada.
Del vecino país no solo se ha detectado el contrabando de animales, también se ha incautado tomate, ñame, cebolla, pepino, guineo, brócoli, zucchini, berenjena y agroquímicos.
Entre enero y agosto de 2019, la Autoridad Nacional de Aduanas incautó 1,795 unidades de agroquímicos, 1,350 libras de pepino, 18,783 unidades de mango, 400 sacos con 20,000 libras de ñame y 1,600 libras de cebolla por mencionar algunos productos.
Euclidez Díaz, secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan), manifestó que el contrabando de productos agropecuario pone en riesgo el patrimonio fitosanitario y zoosanitario del país.
"Debemos reforzar los controles fronterizos para erradicar del país enfermedades como la brucelosis y tuberculosos bovina, que Centroamérica está plagada de estas enfermedades", dijo el miembro de la Anagan.
En cuanto a las supuestas irregularidades en el programa de trazabilidad, Díaz asegura que a los funcionarios implicados se les debe aplicar las debidas sanciones. "No se puede permitir que hayan jugado con el patrimonio de un país en materia de ganadería bovina, que supera los 5,000 millones de dólares".