La lucha contra la evasión fiscal, que está bajo la lupa por las revelaciones de los 11.5 millones de documentos repartidos en 21 jurisdicciones offshores creadas por el bufete panameño Mossack Fonseca, centró este jueves, 14 de abril, la preocupación del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Es un trabajo inacabado (...) y queda más por hacer, debe haber seguimiento”, dijo la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, señalando que la ofensiva contra la evasión fiscal de las multinacionales, llamada BEPS es insuficiente. “Todos deben ir más allá de los BEPS para verificar si efectivamente se implementan (...) y no hay lagunas ahí o allá”, declaró en la apertura de las reuniones de primavera de las instituciones multilaterales.
En otra intervención, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, advirtió de que la evasión fiscal y otros flujos ilegales de dinero pueden tener un “tremendo efecto negativo” en la misión de instituciones como el FMI y el BM. “Cuando se evaden impuestos, cuando los bienes estatales son extraídos hacia estos paraísos [fiscales], todas esas cosas pueden tener un tremendo efecto negativo en nuestra misión de acabar con la pobreza e impulsar la prosperidad compartida...”, dijo Kim durante una rueda de prensa.
También lanzó una advertencia a las empresas e individuos implicados en la supuesta evasión fiscal desvelada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación: “Tengan cuidado. La transparencia no retrocederá, el mundo solo será más y más transparente a medida que avanzamos”, aseguró Kim.
El presidente del organismo afirmó que los líderes de países en desarrollo regularmente le piden ayuda para rastrear el flujo de dinero desviado, sea para evadir impuestos o producto de la corrupción.