La recuperación económica que está experimentando Estados Unidos y la persistencia del bajo precio del petróleo generan vientos favorables para los países de la región. No obstante, el ritmo de crecimiento será moderado, lo que “no bastará para lograr el anhelado progreso social”, señaló el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la declaración final de la XIII Conferencia Regional sobre Centroamérica, Panamá y la República Dominicana, celebrada en El Salvador, la semana pasada.
En su diagnóstico, el organismo percibe que la región ha avanzado en estabilidad macroeconómica y financiera y que las economías operan casi a plena capacidad. Por eso, plantea la necesidad de mejorar la competitividad para ampliar las oportunidades económicas y elevar el potencial de crecimiento.
Para conseguir estos objetivos, “la región debería mejorar el clima de negocios, afianzar la seguridad y la gobernabilidad, modernizar la infraestructura e invertir en capital humano, lo que a su vez requiere de mayores ingresos fiscales y mejor priorización del gasto público”. También recuerda el FMI la importancia de “profundizar la integración regional, diversificar el sector exportador y promover el uso de tecnología más avanzada en procesos industriales”.
Capítulo aparte mereció la consolidación fiscal en los países de la región, ya que después de la crisis global y debido a distintos factores de cada economía, varios países enfrentan una creciente deuda pública y una falta de recursos para cubrir gastos prioritarios.
Mitsuhiro Furusawa, subdirector gerente del FMI, dijo que los países deberían tomar ventaja del favorable ambiente exterior para impulsar medidas clave de consolidación. Se refirió en concreto a reducir subsidios energéticos aprovechando los bajos precios de los combustibles y la limitada inflación, y a elevar los impuestos al consumo. Un movimiento similar planteó el Gobierno de Panamá para obtener fondos con los que pagar el aumento prometido a jubilados y retirados, pero la propuesta fue retirada luego del masivo rechazo de la ciudadanía. “Reformas fiscales son vitales para soportar aumentos en inversión pública y en gasto educativo que pueden ayudar a superar los cuellos de botella existentes, mejorar el capital humano y lograr un crecimiento sostenible”, puntualizó.
También advirtió Furusawa de la necesidad de prepararse para enfrentar potenciales riesgos provocados por un aumento de la volatilidad en los mercados financieros debido a una eventual subida de tipos de interés en Estados Unidos y por cambios bruscos en el comercio por fluctuaciones en los mercados de petróleo y de otras materias primas.
En sus últimas estimaciones, el FMI prevé que la región que denomina América Central, Panamá y República Dominicana crecerá en 2015 y 2016 a un promedio de 4.1%, ritmo que superará ampliamente el 0.5% y 1.7% que se prevé respectivamente para toda América Latina y el Caribe en los mismos ejercicios. Según esas mismas proyecciones, Panamá será la economía con mayores crecimientos, con unas tasas de alrededor del 6%.