Tenedores esperan por $50 millones

Tenedores esperan por $50 millones


El default en el que han caído las emisiones de Financiera La Generosa, cuya deuda con inversionistas ronda los $20 millones, es un duro tropiezo para el mercado.

+info

Nueva administración de R.G Hotels detecta 'posibles fraudes'; fundador de la empresa los niegaLa Generosa falla en reestructuración

A finales del año pasado cayó el emporio R.G. Hotels, cuyos bonos y valores comerciales negociables totalizan $30 millones.

Las pérdidas de estos dos jugadores plantean una serie de retos para el sistema regulatorio, al tiempo que los inversionistas reclaman la devolución de $50 millones. Este diario conoció que, incluso, hay tenedores que invirtieron en los títulos de las dos empresas.

FIDEICOMISOS, BAJO LA LUPA

La figura del fideicomiso y su regulación vuelve a estar bajo escrutinio al ser la estructura con la que se administran las garantías que respaldan las emisiones de bonos y valores de dos empresas, ahora en default.

Los tenedores de las emisiones de R.G. Hotels y Financiera La Generosa -la primera en proceso de quiebra y la segunda con tres de cuatro emisiones de plazo vencido- esperan el pago, en conjunto, de $50 millones.

Tal como se acostumbra en el mercado, en ambos casos los fideicomisos que se constituyeron para respaldar las emisiones fueron estructurados con cláusulas en las que se condicionaba la consecución de garantías a futuro.

Este modelo es de uso muy común en Panamá y ha resultado en la mayoría de los casos, pero la incapacidad de pago de R.G. Hotels y de Financiera La Generosa, aclarando que son empresas con condiciones financieras completamente diferentes, es lo que hace que ahora se apunte a la calidad y el cumplimiento de las garantías en sus multimillonarias emisiones.

R.G. Hotels, por ejemplo, incluía dentro de sus garantías derechos posesorios, cuyo proceso de titulación nunca reportó ante su fiduciaria.

También prometía la cesión de los contratos de compraventa de los apartamentos de una nueva torre que formaba parte del plan de inversión del grupo hotelero y que ejecutaría, precisamente, con el dinero producto de las emisiones.

En el contrato de fideicomiso se establecía que la cesión debía excluir el 30% del valor de la venta consignado al momento de firmar la promesa, y que a su vez servía de abono.

Ello comprendía que en caso de recibir más dinero como abono, R.G. Hotels debía ceder sus derechos al fideicomiso. Nada de esto se cumplió, tal como se había pactado en un contrato de fideicomiso con ABS Trust.

La compañía hotelera hizo dos emisiones; una de bonos y otra de valores comerciales negociables (VCN), por un total de $30 millones.

Según la carta de certificación de su fiduciaria ABS Trust, al cierre de 2014 las garantías en beneficio de los tenedores de VCN tenían un valor de $18.9 millones.

En tanto, las garantías de los bonos totalizaban $13.5 millones, excluyendo el valor de los derechos posesorios.

En teoría, el valor de estas garantías sobrepasa el monto de las emisiones.

Sin embargo, con el inicio de un complicado proceso de quiebra, posterior a la venta por parte del fundador de R.G. Hotels, Rugiere Gálvez, los inversionistas que pactaron el traspaso de las acciones alegan que los avalúos de las propiedades en garantías estaban inflados.

Esto implica, según ellos, que los bienes no valen lo que reportó la administración de Gálvez.

Ínfimas garantías

En lo que respecta a La Generosa, la empresa dirigida por José Luis Ford hizo cuatro emisiones por un monto autorizado de $22 millones. La más cuantiosa de este total es la de bonos por $8 millones, cuyas garantías apenas tienen un valor de $3.5 millones.

El déficit de $4.5 millones se da tras el incumplimientos de los aportes calculados en el contrato con la fiduciaria que administra las garantías. Nuevamente se trata de ABS Trust.

La Generosa tenía que hacer traspasos en efectivo, pagarés y cartera de préstamos, todos vinculados con el porcentaje de colocación logrado en sus sus emisiones.

Esto tampoco se logró y es parte de lo que ABS Trust informará próximamente a los bonohabientes, a los que deberá explicar la calidad de las garantías actualmente en el fideicomiso.

Tal como se lo exige la ley, en ambos casos ABS Trust entrega las certificaciones del valor patrimonial administrado, las cuales son anexadas a los estados financieros presentados por el emisor a la Bolsa de Valores de Panamá y a la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV).

Las fiduciarias no están obligadas a reportar como tal los incumplimientos al contrato. Solo advierte al emisor que lo ejecute.

Pero la misma certificación de valor patrimonial administrado debería servir como una voz de alerta para el supervisor en caso de que estas no cubran el total de las garantías.

Sin embargo, no es una práctica ni está explícitamente estipulado que la SMV compare el monto de las garantías con lo pactado en el prospecto de la emisión.

La fiduciaria, de hecho, no debe reportarle nada a la SMV, ya que responde y está bajo la fiscalización de la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP).El regulador bancario, por su parte, solo valida que las garantías que administre la fiduciaria realmente tengan el valor reportado.

En otras palabras, no hay quien le dé seguimiento a las garantías que debieron constituirse oportunamente y no se lograron.

Las autoridades entienden que hay una “ línea gris” en temas regulatorios. De allí que la SMV esté por enviar a consulta un nuevo acuerdo regulatorio para las emisiones en el que incluirán ciertas directrices a las fiduciarias.

El documento estará bajo observación de diferentes actores del mercado.

Por ahora, y desde el 11 de diciembre, la SMV solicita a las empresas emisoras: el desglose de los bienes fideicomitidos y los detalles de la cobertura de las garantías.

Se espera que hoy, el Consejo de Coordinación Financiera, que aglutina a los entes de fiscalización en el país, se reúna y analice el entorno de inversión del mercado de valores, impactado a finales del año pasado por el inicio de un proceso de quiebra de R.G. Hotels, y con el inicio de 2016, con el default de La Generosa.

Dos procesos que arrastran inversiones por $50 millones por parte del público inversionista.

LAS MÁS LEÍDAS