Las transformaciones tecnológicas, regulatorias y el comportamiento del consumidor generan cambios que inciden directamente en la manera de hacer negocios. El fenómeno es global y transversal, es decir, afecta a todos los sectores de la economía.
Con esta teoría como premisa, el foro Visión 2018, organizado por La Prensa y Martes Financiero, reunió a cuatro expositores que analizaron la situación actual y el devenir de la economía nacional.
El sector financiero panameño debate actualmente una propuesta de ley para incorporar nuevos productos y servicios y mejorar la competitividad.
Roberto Brenes, gerente de Canal Bank y exgerente de la Bolsa de Valores de Panamá, e impulsor de esta iniciativa, destacó la importancia de diseñar una estrategia para adaptar la plataforma financiera. De lo contrario, "el costo de dejar desaparecer los servicios internacionales sería bastante oneroso".
La propuesta legal introduce una serie de productos y esquemas innovadores en banca, valores y seguros, para promover la atracción de negocios y de oficinas en el país con sustancia, con actividad real, dando paso al modelo offshore de cero impuestos, a uno middleshore.
La irrupción de las nuevas tecnologías aplicadas al sector financiero (Fintech) integran el nuevo ecosistema, y el diseño de una estrategia contemporánea para el sector financiero y de servicios, el cual, según Brenes, en su paso hasta ahora ha sido de "monocultivo".
Tampoco es ajeno a los cambios el sector inmobiliario y de la construcción, que vive una etapa de ajuste tras años de un fuerte crecimiento.
Diego Vallarino, presidente ejecutivo de Grupo Verdeazul, recordó que desde 2005 el sector de la construcción ha crecido 2.5 veces más rápido que el producto interno bruto panameño y representa ya el 15% del tamaño de la economía. A su juicio, es "probablemente el sector que más ha contribuido al crecimiento del país en la última década".
La facilidad de acceso al crédito, la inversión extranjera directa, la inversión pública y el crecimiento de la economía fueron los ingredientes para generar una euforia o boom en el sector que atraviesa por una etapa de reacomodo.
Prueba de ello es el incremento en el inventario de metros cuadrados de oficinas, comercios e industrias, cuya oferta presiona los precios e inevitablemente deriva en una disminución de nuevos proyectos mientras se consume la oferta existente.
Vallarino percibe como uno los principales obstáculos en el camino para dinamizar el encarecimiento del financiamiento, las regulaciones y la excesiva burocracia y el desempleo.
No obstante, habrá motores como el crecimiento internacional, del que se benefician las actividades vinculadas al sector externo, la inversión pública y la consolidación de Panamá como sede de empresas multinacionales que, según Vallarino, tiene un efecto multiplicador en la economía porque las familias que se desplazan al país consumen vivienda, autos, escuelas y restaurantes, entre otros.
El sector externo es responsable de buena parte de la tasa de crecimiento que mantiene Panamá, mientras que el sector interno vive un momento de desaceleración que siente directamente el comercio o retail.
Luis Javier Ríos, gerente general de Importadora Maduro, analizó los cambios en un negocio en el que gana relevancia la venta online, pero que mantiene la mayor parte de la actividad en las tiendas físicas u offline.
Para el ejecutivo, una de las claves de esta tendencia es la irrupción de un nuevo consumidor con mayor conciencia global, que exige responsabilidad social a las empresas y que tiene más capacidad de investigar lo que hacen las compañías.
Es además un consumidor con una nueva forma de vida, con horarios flexibles, más aventurero, más proclive a la movilidad y con una escala de prioridades donde el entretenimiento gana protagonismo.
En este entorno, las conductas de consumo favorecen los productos de bajo costo y la economía colaborativa. Por eso, para el ejecutivo, en la actualidad es clave conocer y analizar el comportamiento del consumidor, y así se entienden operaciones como la alianza entre Walmart y Google.
De los números que arrojan estos y otros sectores se alimenta la economía panameña.
Ricaurte Vásquez, presidente de Sigma Management Advisors Corporation y exministro de Economía, abordó el análisis de la situación macroeconómica del país.
Señaló que Panamá continúa siendo la economía de más rápido crecimiento en la región.
Para este 2018, año preelectoral, se espera que el componente de consumo del sector público crezca más rápido que el de consumo privado, algo que puede generar como factura un aumento de la deuda pública.
El economista señaló que si bien el país necesita inversión en infraestructuras, no todas generan un aumento en la productividad global.
Hacia el futuro, las presiones al alza sobre la tasa de interés del dólar pueden generar un aumento de los costos locales de financiamiento y el encarecimiento del servicio de la deuda.
Mientras, se espera que la economía global siga creciendo, lo que favorecerá a Panamá, pero genera el riesgo de depender en exceso de lo que suceda en el exterior.