En un comunicado público emitido ayer luego de la reunión plenaria del jueves en la que se aprobó la salida de Panamá de la lista gris, el Grupo de Acción Financiera (GAFI) destacó el “significativo progreso” de Panamá en mejorar su régimen de prevención del lavado de capitales y financiamiento del terrorismo.
“Panamá ha establecido un marco legal que cumple el compromiso en el plan de acción para enfrentar las deficiencias identificadas por el GAFI en junio de 2014”, fecha en la que Panamá ingresó en la lista gris.
Panamá, por tanto, dejará de estar sujeto a un proceso de monitoreo por parte del GAFI y se someterá a revisiones regulares, como el resto de los países. La próxima cita para Panamá en este sentido será en 2017.
En la plenaria de París también salieron de la lista gris Argelia y Angola. En octubre lo habían hecho Ecuador y Sudán. La relación de países con “deficiencias estratégicas” o “lista gris” queda integrada por Afganistán, Bosnia Herzegovina, Guyana, Iraq, Laos, Myanmar, Papúa Nueva Guinea, Siria, Uganda, Vanuatu y Yemen. Mientras que la lista negra o de jurisdicciones de alto riesgo y no cooperantes está formada por Irán y Corea del Norte.
Con la salida de la lista gris, Panamá espera una mejora en la percepción internacional y en las relaciones financieras con bancos corresponsales. El superintendente de Bancos de Panamá, Ricardo Fernández, dijo que este logro “contribuirá a facilitar los flujos de financiamientos y pagos externos a nuestro sistema bancario. Ahora como país tenemos que redoblar nuestro esfuerzo para profundizar la implementación de los compromisos asumidos y perfeccionar el esquema de prevención y represión del blanqueo de capitales, financiamiento del terrorismo y el financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva”.
El regulador considera que además habrá “beneficios tangibles de financiamientos externos para obras de infraestructura que propicien mejores condiciones para el crecimiento de nuestra economía”.
