Incertidumbres financieras desvanecen sueño de canal en Nicaragua

Incertidumbres financieras desvanecen sueño de canal en Nicaragua


El sueño de Nicaragua de construir un canal interoceánico se desvanece ante la incertidumbre sobre los 50 mil millones de dólares necesarios para financiarlo y la decisión de China de abrir relaciones con su rival de Panamá, según analistas.

El proyecto "ha quedado desfinanciado totalmente porque no reunió los requisitos de confiabilidad que necesitaba" para su ejecución, valoró el exdiputado opositor y catedrático universitario Eliseo Núñez a la AFP.

Hace cerca de cinco años, el magnate chino Wang Jing, dueño de la empresa HK Nicaragua Canal Development (HKND), obtuvo una concesión exclusiva del gobierno nicaragüense para diseñar, construir y operar, hasta por un siglo, un canal de 276 km de largo, el más grande del mundo.

Con la promesa de convertir a Nicaragua en el país más rico de la región, Wang inauguró las obras a finales de 2014, pero un año después perdió la mayor parte de su fortuna valorada en 10 mil 200 millones de dólares, según Bloomberg, y desapareció.

"Es un fantasma, no ha vuelto a aparecer", dijo a la AFP la abogada ambientalista Mónica López, autora del libro sobre el canal La entrega de un país.

Los estudios de factibilidad financiera que según HKND realizó la firma McKinsey & Company no han sido publicados y países como Irán, que expresaron interés en el proyecto, no han concretado públicamente una oferta.

La construcción de carreteras de acceso al canal en la costa del Pacífico sur están suspendidas y los trabajos de excavación de 5 mil millones de metros cúbicos de tierras, que iniciarían en 2016, fueron aplazados de manera indefinida.

El canal "ha perdido interés a partir del debilitamiento del inversionista chino, y el gobierno nicaragüense no tiene capacidad de mover el proyecto por sí mismo", señaló Víctor Campos, director del ambientalista Centro Humboldt.

Comunidades del sur por cuyas tierras se abriría la zanja para dar paso a buques de gran calado, siguen su vida normal.

"Es verdad que han habido retrasos pero la empresa (HKND) ahí está trabajando, lo que pasa es que es un proyecto muy grande" dijo Manuel Coronel Kautz, presidente de la Autoridad del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua. "Va lento pero normal", aseguró.

El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Panamá en junio pasado, también alejó a Pekín como potencial inversionista en el canal nicaragüense.

"China invertirá 25 mil millones de dólares (al año) en diferentes países de América Latina, pero Nicaragua no está en su radar", señaló el exdiplomático Mauricio Díaz.

"Siempre se ha especulado sobre el posible interés del Estado chino en la concesión (canalera), pero lo cierto es que los 19 acuerdos comerciales que China suscribió el año pasado con Panamá indican que su interés está concentrado" en ese país, coincidió López.

"No estoy seguro que China esté detrás del canal, pareciera que Wang actuó solo" y "que Nicaragua cayó en una especie de estafa internacional", sopesó por su lado el exdiputado Núñez.

Advirtió que Nicaragua enfrenta una incertidumbre legal porque la concesión del proyecto del canal da muchas ventajas a HKND. La ley impide a Nicaragua tomar acciones civiles y penales contra el inversionista en caso de incumplimiento, aunque puede derogar la concesión con el 60% de votos del Parlamento, en manos del oficialismo.

La ley de concesión "es una espada de Damocles que pesa sobre los campesinos porque autoriza expropiar tierras no solo en la franja del canal, sino en toda Nicaragua", dijo la dirigente opositora Violeta Granera. Y aunque no se haga, está "atado a varios subproyectos" que permitirán hacer negocios libres de fiscalizaciones, observó.

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