Los abogados del negocio hotelero de la familia del presidente Donald Trump amenazaron a una jueza panameña que dirime la disputa relacionada con la administración del hotel Trump en Panamá, de acuerdo con una denuncia interpuesta ante la división anticorrupción del fiscal jefe de Panamá.
La querella, que fue revisada por The Associated Press, dice que los abogados del bufete que representa al negocio hotelero de Trump abordaron a la jueza de paz, Marisol Carrera, en su oficina luego de que emitió un fallo contra la empresa de Trump en relación a un problema menor en la disputa por el control del hotel de la marca Trump.
Las vejaciones continuaron incluso después de que llamó a la policía para disipar la situación, escribió la jueza. Los abogados de Trump disputan las acusaciones, y la magistrada declinó discutir la situación con la AP.
El episodio representa otro giro extraño en la disputa comercial sobre el Trump International Hotel en el malecón de la ciudad de Panamá. El personal de Trump fue expulsado eventualmente de las instalaciones del hotel, al cual le cambiaron el nombre y lo reabrieron bajo una nueva administración. Sin embargo, la disputa continúa en los tribunales.
Trump se separó de la administración de sus negocios comerciales tras convertirse en presidente de Estados Unidos en 2017, pero todavía es dueño de ellos. Actualmente, sus empresas son administradas por sus hijos y por ejecutivos que llevan tiempo trabajando para el ahora mandatario.
La conducta descrita en la querella de Carrera, ocurrió mientras el inversor privado de Miami, Orestes Fintiklis, luchaba por el control del hotel, ubicado dentro de un rascacielos que también tiene un casino y una asociación de condóminos.
La jueza no estuvo involucrada en la principal disputa comercial del hotel, pero falló en contra de los intereses del negocio de Trump en la controversia por el control de una oficina que contenía el sistema de seguridad de circuito cerrado del hotel.
Carrera comentó que los abogados del bufete Britton & Iglesias de la ciudad de Panamá que trabajan para la marca Trump, la increparon a ella así como al personal de su oficina.
“Me sentí intimidada y amenazada”, escribió Carrera, quien maneja cuestiones jurídicas básicas y disputas como parte de su puesto como juez de paz para el gobierno de la ciudad de Panamá.
Los abogados de Trump en Panamá negaron haber cometido una acción ilegal.
“Los abogados nunca fueron irrespetuosos, ni groseros, ni hicieron ninguna clase de amenaza o acto intimidatorio como el que se les imputa falsamente”, dijo el bufete en un comunicado, el cual agrega que los abogados no habían recibido acceso oportuno a los documentos relacionados con la disputa de parte de la oficina de Carrera y que les exigieron en presencia de un notario que fue contratado para documentar la interacción.
Las autoridades anticorrupción de Panamá se negaron a emitir comentarios.