Lagos Gatún y Alajuelas, al límite

Lagos Gatún y Alajuelas, al límite


El Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) construirá tres plantas potabilizadoras y la mayoría necesitaría agua del lago Gatún o de la planta potabilizadora de Chilibre, lo que ejerce más presión para que se busquen nuevas fuentes hídricas.

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Las nuevas plantas son Gamboa, Howard y La Arenosa, y producirán 60 millones, 40 millones y entre 60 millones y 80 millones de galones diarios, respectivamente.

“En la periferia de la capital, la única alternativa es la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá”, reconoce César Berbey, secretario general del Idaan.

En este sentido, el administrador del Canal, Jorge Luis Quijano, dijo que no se puede pretender que un sistema de dos embalses –Alajuela, construido en 1935, y Gatún, en 1914– siga supliendo de agua de la misma manera a la población del área metropolitana y de Colón, que ha crecido cada año.

En 2015, la producción de agua por la ACP alcanzó los 42 mil 13 millones de galones de agua.



De allí que en estos momentos la entidad evalúa todas las variables de consumo y el crecimiento de población, con el fin de dar una recomendación efectiva ante la necesidad de agua.

Quijano señaló que hay un buen potencial de agua dulce que no se usa en Bayano y que puede ayudar a suplir el alza de la demanda que se avecina

El crecimiento de la población del área metropolitana, sumado al incremento de visitantes y la construcción de nuevos hoteles son algunos de los factores que presionan el abastecimiento de la demanda de agua en Panamá, por lo que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) plantea la búsqueda de otras fuentes hídricas.

El área metropolitana de Panamá tiene una población de 1.8 millones de personas, pero, según estimaciones recientes, en el año 2035 el número de habitantes de esta zona se incrementará en 3 millones, lo que representa un aumento de 66%.

El país sigue creciendo, no solo por su propia población, sino también por los extranjeros que ahora viven y visitan Panamá.

En este sentido, Jorge Luis Quijano, administrador de la ACP, reconoce que el incremento de visitantes que llegan al país y los hoteles y restaurantes son otros grandes consumidores del recurso.

Tan solo en el año 2015 ingresó a Panamá un total de 2 millones 550 mil 659 visitantes. En 2005, 10 años atrás, la cifra era de 1 millón 70 mil 147 visitantes, revela la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP).

En 2014, se registraron 24 mil 975 habitaciones disponibles en todo el país, cuando una década antes la cifra era de 14 mil 898 habitaciones.

El administrador de la ACP resalta que tras el incremento de la demanda de consumo de agua producto de un crecimiento económico y poblacional, no hay cómo satisfacer la actual exigencia del líquido. Recomienda entonces la búsqueda de más fuentes hídricas, como por ejemplo Bayano, o construir nuevos embalses.

Los lagos Gatún y Alajuela, ubicados en la cuenca hidrográfica de la vía acuática, no solo abastecen de agua a las operaciones del Canal, sino que proveen a 1.9 millones de personas o más del 55% de la población del país.

En 2015, la producción de agua por la ACP alcanzó los 42 mil 13 millones de galones de agua.

Quijano sostiene que no puede pretenderse que un sistema de dos embalses de agua —Alajuela y Gatún­ siga supliendo de agua de la misma manera a la población del área metropolitana y de Colón.

Cuando la ACP conoció que el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) construirá tres plantas potabilizadoras, y que la mayoría necesitaría agua del lago Gatún o de la planta potabilizadora de Chilibre, Quijano advirtió que no puede postergarse el tema.

ALTERNATIVAS

Entre las opciones de nuevas fuentes de agua está el lago Bayano, actualmente utilizado para la generación de energía. También se habla de una nuevo embalse, comenta Quijano.

El administrador señala que hay un buen potencial de agua dulce que no se usa en Bayano y que puede ayudar a suplir parte de la demanda.

Se estima un consumo diario de 415 millones de galones de agua potable por parte de la población y el sector industrial, en contraste con “el agua turbinada” descargada en promedio por Bayano, la cual asciende a 3 mil 330 millones de galones durante 24 horas.

“Es 8 veces lo que consumimos ahora mismo”, compara Quijano.

Abdiel Cano, exdirector del (Idaan), señala que durante su administración se había estudiado la posibilidad de usar el lago Bayano como una fuente de agua para abastecer todo el sector este de la ciudad de Panamá, porque es una de las áreas de mayor crecimiento poblacional. 

Sin embargo, explica, hay que tener en cuenta varios factores, como analizar si durante la estación seca el lago tendrá la suficiente capacidad para abastecer de agua.

El lago Bayano y/o un nuevo embalse son hasta ahora las opciones que se analizan como nuevas fuentes de agua. La decisión se debe tomar pronto: el recurso hídrico es finito.



La planta debe operar en función de la descarga de agua que hace la hidroeléctrica. No hay inconveniente cuando hay suficiente líquido.

El desafío se tiene cuando bajan los niveles de agua y deben aumentarse sus reservas o subir su nivel para generar energía eléctrica.

Será menor el caudal en la parte inferior de la hidroeléctrica, en el instante en el que ya se ha hecho uso del agua. “Se dependerá de la cantidad de agua que maneje la hidroeléctrica”, sostiene Cano.

Otro aspecto clave es la calidad del agua de Bayano. Cano sostiene que este es un lago con materia orgánica en descomposición. Por ello, es importante hacer los análisis de la calidad del agua cruda, que no es la mejor.

El administrador del Canal dice que están identificando los diferentes reservorios que se desaguan en el mar y que podrán usarse para consumo humano. Existen 52 cuencas en el país, algunas ricas en agua, y su mayoría ubicadas en la vertiente del Atlántico.

“En la época lluviosa toda la vertiente del Atlántico, especialmente en la costa abajo de Colón hacia el oeste, es rica en agua, y ahí es donde tenemos que ver las posibilidades”, comenta el administrador.

César Berbey, secretario general del Idaan, sostiene que están de acuerdo con todos los embalses que signifiquen aprovechar el agua que va al mar. “Cualquier proyecto dirigido a retener o almacenar toda el agua, sea de lluvia o fuente vida, lo apoyamos. Que no se desperdicie el agua”, comenta.

El reto Fuentes del sector opinan que parte del problema del agua obedece a su alto consumo per cápita y a su desperdicio.

“Aquí hay un reto porque el panameños tiene que cambiar sus hábitos de consumo, ya que se derrocha mucha agua”, comenta Berbey.

El otro problema es el desperdicio. Según el programa 311, administrado por la Autoridad Nacional para la Innovación Gubernamental, el Idaan registró en 2015 un total de 92 mil 851 quejas, de las cuales la fuga de agua potable ocupó el liderato con 23 mil 713 denuncias.

Berbey sustenta que el agua no contabilizada representa entre un 40% y un 45% del total de agua que se produce en el país.

Este renglón se compone de varios elementos, como el agua que se pierde en el lavado de los filtros de las plantas potabilizadoras, la que no está midiéndose porque se está subfacturando, o porque no se sabe cuánto es el consumo.

Está también la pérdida física del agua o lo que comúnmente se conoce como roturas; además de los consumidores ilegales que se conectan al sistema de forma clandestina.

El lago Bayano y/o un nuevo embalse son hasta ahora las opciones que se analizan como nuevas fuentes de agua. La decisión se debe tomar pronto: el recurso hídrico es finito.

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