Acompañados por policías y una orden judicial, los dueños del lujoso hotel de la marca Trump en la ciudad de Panamá asumieron el control de la propiedad este lunes 5 de marzo mientras guardias de seguridad de la Organización Trump abandonaron también el inmueble.
“Esto fue puramente una disputa comercial que se salió de control”, dijo Orestes Fintiklis, un inversionista de capital privado que buscaba deshacerse de los servicios de la compañía de administración de Trump y de su marca. “Y hoy esta disputa ha sido resuelta por las autoridades y los jueces del país”.
Un funcionario judicial panameño le dijo a The Associated Press que se iba a emitir una declaración más tarde.
La acción pone fin a una disputa de 12 días entre Trump Hotels y Fintiklis. Aunque Fintiklis y otros propietarios intentaron romper lazos con la compañía Trump el año pasado, la empresa se negaba a entregar la posesión física del hotel de lujo. Sujeta ya a litigios y quejas de arbitraje, la disputa escaló el mes pasado, cuando Fintiklis, con oficinas en Miami, llegó a la propiedad con notificaciones de anulación de contrato para el equipo gerencia de Trump, pero fue rechazado por funcionarios de seguridad de Trump.
Una queja legal presentada por Fintiklis, más tarde esa misma noche, dijo que él y otros en su grupo presenciaron a miembros del equipo de Trump destruyendo equipos del hotel, algo que funcionarios de la compañía de Trump han negado.
Por más de una semana, el equipo Trump resistió las gestiones de Fintiklis y sus aliados para ganar control de infraestructura clave, incluyendo las oficinas administrativas y el sistema de seguridad del hotel.
La pelea terminó calmadamente cuando un funcionario panameño llegó acompañado por la policía para hacer cumplir la asunción del control del hotel por Fintiklis. Un representante de la Organización Trump no respondió un mensaje en busca de comentarios.