La visita del presidente Juan Carlos Varela a China tiene un componente político y comercial en igualdad de condiciones.
Es tal vez, el primer viaje que el Estado panameño realiza con una delegación empresarial tan grande y tan poderosa, con encuentros desde el 14 hasta el 22 de noviembre.
La postura oficial es que, a raíz del viaje, los hombres que toman decisiones en Panamá puedan olfatear las oportunidades de negocios y hacer crecer el trato comercial de ambos países, cuyos mandatarios se dieron un estrechón de manos en junio para dar inicio a una relación diplomática.
Los chinos, anfitriones en esta visita del pequeño país canalero, debieron convocar a toda su ala empresarial para presentar al presidente Varela.
La reunión, denominada Foro Económico, se dio en Pekín y se centró en el poder político de la segunda economía más fuerte del mundo.
Hoy compartimos con empresarios chinos los aspectos económicos y facilidades logísticas que ofrece Panamá, en el Foro Comercial de Beijing. #PanamáChina pic.twitter.com/7BPensSrHC
Ante más de 200 líderes empresariales de la República Popular China, el mandatario habló del escenario empresarial y comercial en Panamá: "resulta en grandes réditos para empresas de sectores como el energético, minería, infraestructura, seguridad y cooperación financiera, convirtiéndonos en un país seguro para invertir".
Se centró en las ventajas del país para generar negocios con la reciente ampliación del Canal, donde confluyen 144 rutas marítimas. Y destacó las ventajas de la Zona Libre de Colón y el centro bancario internacional.
El ministro de Comercio e Industrias, Augusto Arosemena, tuvo una participación activa en la jornada de negocios con la que se pretende iniciar una nueva ola de inversiones chinas en Panamá.
Jugó un papel importante la experiencia de Huawei y China State Construction Engineering, empresas asiáticas que ya operan en la plaza y cuyos representantes también compartieron escenario. De acuerdo con la información compartida por el Gobierno, previo a su participación en el foro comercial, Varela se reunió con Ren Zhengfei, fundador de la empresa Huawei, con quien conversó sobre sus operaciones en Panamá.
Ren manifestó su interés de ampliar operaciones en Panamá y desarrollar con proyectos en educación y salud. Su inversión en el país alcanza los 40 millones de dólares, tras iniciar sus operaciones en octubre de 2015.
.@Huawei nos adelantó que se iniciará un proceso para entregar anualmente becas para la capacitación jóvenes panameños en su universidad ubicada en China. #PanamáChina pic.twitter.com/wOmCCVMKYv
En esta nueva era se firmarán al menos 30 acuerdos entre China y Panamá.
Los convenios abarcarán pactos de extradición, sanitarios, marítimos, agroalimentarios, salud, educación, asistencia técnica, turismo, aviación, compras gubernamentales.
En el actual encuentro se pactaron 19 acuerdos de cooperación. El remate de esta rueda de convenios será un tratado bilateral de libre comercio.
Este interés ha sido llevado a la mesa por el Gobierno panameño. Bajo aquel esquema podrá obtenerse un trato preferencial para ciertos productos con la capacidad de conquistar un colosal mercado de consumidores.
Sacarle ganancia a la relación y a los acuerdos será un reto que deberá sortear Panamá y sus empresarios.
Panamá es un país al servicio de la comunidad internacional, ruta de tránsito del comercio mundial. Se ha desarrollado un conglomerado logístico alrededor del Canal, de nuestros puertos y aeropuertos.
Panamá está en déficit en dicha relación comercial. Un dato que sirve de espejo a esta situación es la balanza comercial del primer trimestre de este año.
Panamá exportó bienes con un valor por 10 millones de dólares, mientras que China envió mercancía al istmo por 240 millones de dólares.
El 2016, el envío de bienes panameños apenas alcanzó los 35.5 millones de dólares, mientras que el dragón asiático rebasó los mil millones de dólares. Ni hablar del monto de las importaciones chinas a la Zona Libre de Colón, que pueden exceder fácilmente los 3 mil millones de dólares.
La situación podría cambiar, aunque no con pasos tan gigantes como sueñan muchos. Sin embargo, hay que reconocer que apegados al nuevo estatus de la relación, Panamá sin duda está frente a grandes oportunidades.
Tener un acceso amplio y expedito a China solo es posible con el aval del Estado, que ahora le da la bendición a Panamá con la firma de acuerdos posteriores al establecimiento de la relación diplomática.
