En los campos panameños a diario se pierde entre el 30% y 60% de la producción agrícola, debido a la falta eficiente de la poscosecha, algo que debía remediarse con el proyecto Cadena de Frío y que después de dos años del gobierno de Juan Carlos Varela no alza el vuelo.
Los cuatro centros poscosecha, el primer eslabón entre el campo y el productor, no tienen los equipos básicos para recibir los productos agrícolas. Aun así, las autoridades dicen que han iniciado un periodo de prueba. De la red de seis mercados que forman parte del proyecto, solo está operativo el de la ciudad de David, Chiriquí. La construcción de los mercados de Abastos y Público de La Chorrera y Chitré está paralizada. El de Colón sigue en el limbo a raíz de la desaparición de la empresa contratista, y Merca Panamá, que se inauguró hace dos años en la ciudad capital, está lejos de iniciar operaciones.
“Los centros poscosecha son infraestructuras modernas sin equipos. Hace dos años y medio estamos esperando que se adecúen con los ‘bins’ plásticos o canastas plásticas especiales para el almacenaje de productos”, aseguró Augusto Jiménez, presidente de la Asociación de Productores de Tierras Altas.
Si los cuartos de almacenamiento funcionaran se reduciría la dependencia de productos importados. El centro poscosecha de Cerro Punta, en Chiriquí, tiene la capacidad para almacenar unos 70 mil quintales de papa durante tres meses, pero están sin equipos.
En el de Volcán, se procesan mil 200 quintales de cebolla por semana, cuando tiene potencial para almacenar más de 40 mil quintales.
INFRAESTRUCTURAS
Poco o nada son los avances de la Cadena de Frío, un proyecto al cual el Estado ha asignado 309.50 millones de dólares desde julio de 2009, sin resultados efectivos para productores y el consumidor local.
En dos años, la administración de Juan Carlos Varela no ha podido ser efectiva para poner en marcha el proyecto que nació con serias dificultades. Después de heredar, como parte de los activos estatales, dos mercados y cuatro centros de manejo poscosecha, solo funciona al 100% el mercado de David, en la provincia de Chiriquí.
La Unidad Alimentaria Merca Panamá, en la vía de acceso al puente Centenario en la ciudad capital, obtuvo recientemente la aprobación de los planos por parte del Municipio de Panamá.
En tanto, el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales realizó la conexión del suministro de agua potable a la red principal de distribución local. Pero por ahora, habría que esperar al menos hasta julio de 2017 para que entre en operaciones.
Los cuatro centros de manejo poscochecha ubicados en Volcán, Cerro Punta y Dolega, en la provincia de Chiriquí; y El Ejido, en Los Santos, apenas iniciaron en septiembre pasado un periodo de prueba por seis meses, manifestó Roque Maldonado, gerente general de la estatal Empresa Mercados Nacionales de la Cadena de Frío, S.A.
Maldonado es el segundo al mando en la Cadena de Frío durante la administración de Varela. Reemplazó a Andrés Camargo desde que la Asamblea Nacional lo ratificó el 26 de agosto de 2016.
“Lo primero que hice fue hacer los levantamientos pertinentes para determinar dónde estábamos, qué se había hecho y qué se necesitaba”, manifestó el ingeniero electrónico, quien se desempeñó en los últimos 11 años en el sector privado en el área de las telecomunicaciones.
“Nos encontramos con unos centros poscosecha que no tenían personal, no había proceso establecido, no había procedimientos, no había manuales, no había insumos, no había servicios...”, informó el funcionario.
Camargo, sin embargo, asegura que durante los 11 meses que estuvo a cargo de la Cadena de Frío se encargó de la puesta en marcha del mercado de David.
Justifica la lentitud que ha tenido la ejecución del proyecto en su conjunto, en el hecho de que las instalaciones no estaban terminadas y los centros registraban fallas estructurales y operativas. Las obras se entregaron con muchas deficiencias. “Durante mi gestión hice varias solicitudes para que la Contraloría General de la República hiciera una auditoría al proyecto y nunca se hizo”, afirmó.
Maldonado, por su parte, asegura que en los centros de manejo poscosecha nunca se realizaron trabajos de mantenimiento, ni siquiera había artículos esenciales para las labores de limpieza.
“Yo no puedo solicitar a los agricultores el ingreso de producto si no tengo alineado todo”, dijo el funcionario.
“En 2014 y 2015 existía presupuesto asignado para Cadena de Frío, pero no hubo ejecución. En 2016, veo que el presupuesto sigue sin ejecutarse y empiezo con las compras y a ejecutar. El plan inicial, o el que la junta directiva me pidió, era poner en marcha los centros de Cerro Punta y Volcán, en Chiriquí”, explicó.
Después se debía continuar con las instalaciones de Dolega, en Chiriquí y El Ejido, en Los Santos, que ya están abiertas, pero funcionan en un 25%, aseguró el gerente de la empresa estatal. En los centros de Dolega y El Ejido se recibe tomate, pimentón y cebolla.
Mientras que al centro de manejo poscosecha de Cerro Punta entran por día un promedio de siete productores y se procesan cerca de 183 quintales, entre los que destaca la papa.
En Volcán, se acopia un promedio de seis productores por día y se procesan 360 quintales de alimentos, con mayor porcentaje de cebolla, de acuerdo con la Secretaría de la Cadena de Frío.
En los recintos se recibe el producto, se lava, cepilla, procesa y entra a las cámaras de curado. Pero no se ofrece el servicio de almacenamiento porque no se terminan de ajustar los parámetros de temperatura y humedad en las cámaras.
Según el funcionario, los centros de Volcán y Cerro Punta registran entre un 80% y 90% de peratividad.
A pesar de los logros que enumera Maldonado, los productores refutan sus resultados, porque los números que presenta no representan nada en comparación al potencial y capacidad que tienen las instalaciones.
“Los centros poscosecha son infraestructuras modernas sin equipos. Hace dos años y medio estamos esperando que se adecuen con los ‘bines’ o canastas plásticas, especiales para el almacenaje de productos y nada”, denunció Augusto Jiménez, presidente de la Asociación de Productores de Tierras Altas.
El centro poscoseha de Cerro Punta, Chiriquí, tiene la capacidad para almacenar 70 mil quintales de papa durante tres meses, pero ni siquiera se cuenta con los equipos básicos para recibir los productos. Mientras que el de Volcán solo procesa mil 200 quintales de cebolla, cuando tiene capacidad para procesar 40 mil quintales.
Los directivos de la Cadena de Frío reconocen la falta de equipos y aseguran que ya se adjudicó a la empresa Suministro de Equipamiento Industrial S.A. el contrato por 900 mil dólares para la compra e instalación de 3 mil 445 ‘bines’, 6 mil 606 canastas plásticas y 500 paletas que se distribuirán en los cuatro centros de acopio.
El mercado de Chitré, en Herrera, ni siquiera se ha terminado de construir. Con más de un año de paralización en los trabajos, Internacional de Seguros ejecutará la fianza para culminar la obra.
El consorcio español HR, integrado por las empresas Rovella Carranza, Heliopol y Sucursal Panamá, no tiene la capacidad financiera para terminar el proyecto.
La empresa Heliopol también formó parte del consorcio que abandonó la construcción del Centro de Convenciones de Amador en diciembre de 2014.
El de Colón está en el mismo estatus. Ese contrato está en el limbo. No se ha podido localizar a la empresa y se analiza si se cede la obra a otra compañía, aseguró Maldonado.
El consorcio de capital puertorriqueño Omega Engineering Inc. se adjudicó la obra por 17.9 millones de dólares y recibió un adelanto de 1.7 millones de dólares durante la administración de Ricardo Martinelli, sin que se haya puesto una sola viga.