Acreedores de Odebrecht S.A., están divididos sobre cómo reestructurar 25 mil millones de dólares de las obligaciones del conglomerado brasileño, lo que perjudica las posibilidades de un acuerdo preliminar que concluya el mayor caso de protección contra bancarrota de América Latina.
Por un lado, hay cinco bancos locales que tienen garantías sobre sus préstamos a Odebrecht. Están en conversaciones avanzadas con la compañía sobre un plan de reestructuración, según personas familiarizadas con el asunto.
Por otro lado está Caixa Economica Federal, el prestamista estatal que no tiene garantías, que no participa de las negociaciones y que ha acudido a los tribunales para exigir que Odebrecht sea liquidado.
Tampoco participan en las conversaciones las firmas de capital privado estadounidenses Castlelake LP y Lone Star Funds, acreedores de la unidad de azúcar y etanol Atvos de Odebrecht, que tiene en curso un proceso separado de protección contra bancarrota.
Odebrecht no necesita a Caixa, Castlelake o Lone Star para aprobar una reestructuración en una reunión de acreedores, dijo una de las personas.
Odebrecht, que solicitó protección judicial a sus acreedores el 17 de junio, colocó acciones de su unidad petroquímica Braskem SA como garantía de préstamos de Banco do Brasil SA, el banco de desarrollo BNDES, Banco Bradesco SA, Itaú Unibanco Holding SA y Banco Santander Brasil SA.
Esas cinco compañías están en conversaciones para dar a Odebrecht 10 meses de dividendos de Braskem que se han prometido a los bancos, dijeron las personas, pidiendo no ser identificadas porque las conversaciones son privadas.
Braskem luego se vendería, y las ganancias se utilizarían para pagar a dichos acreedores y el resto a Odebrecht.
Los acreedores sin garantías, como Caixa, enfrentarían una extensión de los vencimientos de la deuda y un descuento del monto principal.
Caixa está en la pelea, tratando de anular el caso de protección contra bancarrota y cuestionando por qué Odebrecht incluyó a todas las entidades no operativas, como la compañía tenedora, en los mismos procedimientos de quiebra y excluyó a las operativas, como Atvos o la unidad de construcción.
La elección de Odebrecht sobre qué compañías incluir es "irregular" y "arbitraria", dijo Caixa en una presentación vista por Bloomberg.
Las llamadas cláusulas de incumplimiento cruzado, que desencadenan incumplimientos en una empresa si se produce uno en otra, son una de las razones por las que la presentación de bancarrota se estructuró de esa manera, dijo una de las personas.
Odebrecht defenderá el acuerdo ante el juez de bancarrota el lunes, según la persona. Es apenas el comienzo: Odebrecht dijo que es natural que los acreedores desafíen procesos y propuestas en casos de protección contra bancarrota. "Es solo una formalidad o estrategia legal sin consecuencias inmediatas para el curso normal del proceso, que apenas está comenzando", dijo Odebrecht en un correo electrónico.
La compañía está en "conversaciones constructivas con sus principales acreedores, y confía en que su plan de recuperación será aprobado para preservar más de 40 mil empleos". Itaú, Caixa, Bradesco y Banco do Brasil declinaron hacer comentarios.
Castlelake, Lone Star y Santander no respondieron a las solicitudes de comentarios. BNDES dijo en un comunicado enviado por correo electrónico que un plan oficial que Odebrecht presentó anteriormente no muestra que la compañía pueda recuperarse. BNDES no hizo más comentarios.
El conglomerado ha tenido problemas para recuperarse tras las consecuencias de la indagatoria sobre corrupción Lava Jato en Brasil. La investigación, que comenzó en 2014, paralizó a la industria de la construcción, ya que se les negó el acceso a proyectos públicos y ejecutivos fueron arrestados.
Odebrecht pagó millones en multas en otros países latinoamericanos y su cartera de nuevos proyectos se ha encogido, lo que empeora la crisis de efectivo.
Odebrecht Engenharia e Construcao, la unidad de construcción del conglomerado con una deuda internacional de 3 mil millones de dólares, no forma parte de la declaración de quiebra de la compañía tenedora. En agosto, la unidad llegó a un acuerdo extrajudicial con acreedores dirigido por Gramercy Funds Management para reestructurar sus bonos en mora.