Contrario a lo que el mercado hubiese pronosticado, los clientes de Financial Pacific (FP) recibirán $0.81 por cada dólar en efectivo que mantenían en la controvertida casa de valores.
La cifra fue confirmada por la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), según la información que le fue proporcionada por el liquidador José Ángel Hidrogo. Esto implica que a los clientes se les devolverá un total de $17.931 millones producto del dinero líquido que estaba en manos de FP.
La casa de valores fue intervenida el 2 de julio de 2014 y terminó con la irremediable liquidación en agosto de 2014.
El mercado en general esperaba que esta cifra fuera menor, ante las irregularidades administrativas halladas en esta empresa, que fueron precisamente las que produjeron su intervención y luego la fase de liquidación.
FP devolvía activos a sus clientes a través de cheques que eran rechazados por insuficiencia de fondos, y las cuentas de inversión se abrían sin completar la documentación exigida. Había desajuste entre las cuentas de los clientes y los saldos bancarios.
Algo muy inusual en este proceso de liquidación, según confirmó el ente regulador, es que a pesar de todo el dinero recuperado hubo sociedades que nunca aparecieron para reclamar los fondos que le pertenecían y que eran administrados por FP.
REGULADOR EVALÚA INFORME
La Superintendencia del Mercado de Valores revisa el informe final presentado por el liquidador de Financial Pacific (FP) y, en caso de no tener ninguna observación, firmar la resolución que da por concluida la liquidación de la casa de valores.
El liquidador José Ángel Hidrogo ha presentado el reporte en dos ocasiones, según dieron a conocer fuentes de la SMV, lo que en estos casos parece ser común, pues pasa por el exhaustivo tamiz de las autoridades que evalúan cada detalle al estar en juego la devolución de dinero a los inversionistas.
El reporte entregado a la SMV establece que a los clientes se les devolverá $17.9 millones. La cifra se desprende de una primera cantidad recuperada, que ascendía a $15.5 millones, y que luego se elevó en $2.4 millones.
Los inversionistas tienen prioridad para cobrar sus créditos por encima de los trabajadores de la casa de valores y de las cuentas pendientes con la Caja de Seguro Social (CSS) y el fisco.
El proceso de recuperación de los fondos indicaba que los inversionistas o acreedores, a quienes se les había reconocido créditos contra FP, debían presentarse en las oficinas de la casa de valores para que se les devuelvan sus bienes y activos financieros.
A inicios de este año, la SMV publicó un aviso en el que indicaba que el pasado 14 de enero sería el último día para que los inversionistas y reclamantes recibieran sus activos de vuelta.
En los casos en que los inversionistas no se presentaran, sus bienes y activos financieros serían liquidados y traspasados al Banco Nacional de Panamá, y así ha pasado.
La SMV reconoce que no todos los clientes se han reportado como reclamantes para solicitar la devolución del dinero.
En ocasiones posteriores, fuentes cercanas a este proceso pronosticaron que con seguridad habrá activos que no serán retirados.
Justo cuando se perfeccionaría la intervención, la base de datos de la firma de valores fue destruida de forma deliberada para evitar que el liquidador le siguiera el rastro a todo el dinero que desde esta empresa se invertía.
La explicación detrás del suceso era seguir en el anonimato, ya que el liquidador de Financial Pacific estaba en la obligación de hacer el due diligence o investigaciones de la procedencia de los fondos.
Si estos no son reclamados en un período de cinco años, los mismos serían transferidos al Tesoro Nacional.
Esta semana el liquidador emitió un comunicado en el que advertía que habían vendido bienes que integran la masa a liquidar, y que el efectivo producto de la transacción que se pudo recuperar fue acreditado proporcionalmente a cada uno de los clientes reconocidos en una cuenta en el Banco Nacional.
La casa de valores Financial Pacific tenía 185 clientes y la mayoría de las cuentas estaban a nombre de sociedades anónimas.