Tocumen a oscuras y los pasajeros se impacientan

Tocumen a oscuras y los pasajeros se impacientan


Ingreso manual de pasajeros y maletas; monitores apagados; vuelos retrasados; cientos de personas esperando en filas en el lobby: el Aeropuerto Internacional de Tocumen está paralizado desde las 5:00 a.m. por falta de fluido eléctrico.

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Aeropuerto internacional de Tocumen, sin fluido eléctrico

Personal de una de las aerolíneas que opera en la principal terminal aérea del país dijo que no se sabe cuándo regresará la energía y que se espera una larga demora hasta que se normalice el servicio.

Los pasajeros que no necesitan chequear maletas y que cuenten con el boleto de avión impreso o en digital, pueden ingresar al área de embarque, previo chequeo de rigor del personal de Migración.

Todo está a oscuras.

La única luz del lugar entra por los ventanales que dan a la pista: es inevitable imaginar cómo sería la situación si fuese de noche.

De repente, se encienden las luces del lobby y algunos paneles de información. La gente celebra y se desanima casi de inmediato en un "¡aaaah!" multitudinario cuando se apagan otra vez cinco segundos después. Hace calor, y los pasaportes y los pases de abordar impresos son la mejor y única manera de abanicarse y refrescarse.

Un joven asiste y abanica a un señor que parece su abuelo. Personal del aeropuerto ubica a los adultos mayores en sillas de ruedas y reparte botellas de agua. ¿Cuánto falta para irnos?, pregunta una niña, y la madre le advierte de que no le gaste la batería del celular porque no tiene cómo cargarlo.

Naturalmente, los escáneres de seguridad están fuera de servicio: la revisión de control de las maletas y los pasajeros también se hace manual. 

Una funcionaria de Migración señala que ellos no están al tanto de lo que sucede ni en cuánto volverá la luz, y que se darán cuenta del restablecimiento del servicio eléctrico cuando se les enciendan sus monitores: "Pasaportes abierto en la foto y pases de abordar en mano, por favor. Colaboremos. Siguiente en la fila...".

Poco se sabe de qué ocasionó la pérdida de la energía. Las líneas de celular están saturadas. El Aeropuerto Internacional de Tocumen, corazón y arteria principal del hub de las Américas, está sin luz desde hace siete horas. Y contando.

 

"Esto es de lo peor", dice Shirley Solís, y se sonríe para no llorar. Su vuelo a Costa Rica lleva cuatro horas demorado y manifiesta que nadie le ha dado información clara de qué hacer o qué sucederá. "Que no hay vuelos, que sí hay. Que nos vayamos, que nos quedemos", agrega.

Eric, su acompañante, apunta que "recién ahora apareció alguien de la aerolínea a decir algo, pero nos dan opciones y no soluciones".

Unas 50 personas rodean el mostrador de la puerta de embarque 8A. Los pasajeros reclaman y el personal de la aerolínea intenta sin éxito dar una explicación o lograr consenso: los ánimos se calientan como los propios pasillos de la terminal a medida que pasan las horas. 

"¡Queremos solución, queremos solución!", gritan los pasajeros de la 8A y la arenga replica por las puertas aledañas.

Aeropuerto Internacional de Tocumen junto con las aerolíneas cumplen con el traslado, el hospedaje y la alimentación de los pasajeros. pic.twitter.com/5q55ItFsgZ

Algunos pasajeros serán reubicados en hoteles de la zona. Otros regresan a los mostradores de las aerolíneas -donde una pasajera treintañera se desmayó-, para averiguar en qué vuelo pueden ser reacomodados. A estos se les informa que la gestión la deben realizar a través del call center -que, por cierto, está saturado de llamadas-. 

El aeropuerto puso a disposición de los pasajeros los servicios de Metrobus, que recoge a los afectados en la terminal y los lleva a los hoteles. Los costos de estadía los paga Tocumen, S.A.

Sentados sobre sus maletas de mano rojas, Moisés, de 74 años de edad, y Juner Pizarro, de 70, ambos de Ecuador, se rindieron ante la incertidumbre.

"No entiendo cómo un aeropuerto como este no tiene previsiones ni soluciones para este tipo de problema", reclama Juner.

La hija del primo de Moisés los esperaba en Boston, Estados Unidos, a las 7:00 p.m. A Juner le inquieta no poder comunicarse con ella para avisar por qué no logran despegar del hub de las Américas: "no vaya a ser que piense que nos perdimos y se ponga nerviosa por no tener noticias de nosotros". 

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