La fractura de la cadena productiva de la ganadería de carne y leche está dejando secuelas como la escasez de productos frescos en los supermercados y mercados de la capital, así como en algunas zonas de Chiriquí y Bocas del Toro por el difícil acceso debido a las protestas.
Ante la imposibilidad de transportar el ganado a los mataderos o almacenar adecuadamente la leche fresca en las plantas procesadoras y receptoras, debido a los tranques y bloqueos de vías por las protestas contra el contrato minero, los productores agropecuarios estiman pérdidas por más de 7.5 millones de dólares por semana tanto en la producción de carne como de lácteos.
Así lo indicó Ovidio Saavedra, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan), quien precisó que en el caso de la producción de ganadería de carne bovina, han dejado de arrimar diariamente más de la mitad del ganado, es decir unas 545 reses.
Precisa que tanto en centros privados como municipales se están procesando unas 491 reses por día, equivalente a una oferta de 108 toneladas de carne, pero se están quedando en los campos unas 120 toneladas de carne que no se han colocado.
“Más de la mitad del ganado no se está sacrificando y por ende ya comienza a registrarse escasez del producto principalmente en la capital, debido a que no se ha podido suministrar el producto, al igual que en Chiriquí y algunas zonas de Bocas del Toro porque no pueden movilizarse por los tranques y falta de combustible”.
Saavedra indicó que aunque los productores no están aumentando los precios, sí se registra una especulación a nivel del consumidor en el mercado informal.
Precisa además que en las subastas donde los ganaderos pequeños suelen vender el ganado, están operando al 30% de su capacidad, porque los productores no han logrado movilizar las reses.
Se asfixia la producción láctea
En el caso de la actividad lechera, la continuidad de la producción pende de un hilo muy frágil.
Cada día los ganaderos madrugan para ordenar el ganado lechero, almacenan esa leche que usualmente es recogida por los camiones cisternas refrigerados para ser llevada a los centros de acopio y de allí a las plantas de procesamiento. Pero desde hace dos semanas, esa rutina que asegura la continuidad de la cadena de producción se ha visto interrumpida.
“Los centros de acopio de la leche fresca están llenos, las cisternas no pueden llegar hasta las zonas de producción a buscar el producto, que lamentablemente se está perdiendo”, describió Antony Martínez, jefe de comunicación de Estrella Azul.
Indica que en la región de Chiriquí se ha suspendido el acopio a más de 100 productores lecheros, debido a que la capacidad de almacenamiento en los silos de leche en la zona de Boquerón se vio rebasada.
“Tenemos dos semanas sin que ninguna de nuestras cisternas pueda llegar a la planta de Pueblo Nuevo y eso asfixia a toda la parte de producción, porque diariamente son 80 mil litros de leche que no se podrán acopiar a los pequeños productores”, agregó Martínez.
Indicó que esto agrava la situación económica de los pequeños productores que dependen semanalmente del pago de las lecherías.
“Esto está haciendo un impacto directo a los productores que no tienen ni combustible para movilizarse y los animales se están quedando sin insumos y no hay garantía de la continuidad de la producción en esas fincas”, expresó Martínez.
Cuando el ganado no se ordeña puede causar mastitis, una enfermedad del tejido mamario que muchas veces lleva a que el animal pierda su capacidad productiva, además del costo que representa los cuidados veterinarios del animal enfermo, comentó el productor Marcos Araúz, del corregimiento de Cochea, en Chiriquí.
Describe que día por medio colocaba su producción en los centros de acopio, pero ahora la recolección ha sido interrumpida porque no hay ni combustible para que lleguen los camiones hacia las fincas a buscar el producto y tampoco hay capacidad de almacenamiento en los silos que están llenos.
“Se ha colapsado la industria de la leche, tenemos gran cantidad de leche que no podemos venderla a las plantas procesadoras. En la finca se producen 250 litros al día y como no se ha podido llevar a los centros de acopio, alguna se ha regalado a la comunidad, otros nos dicen que nos pagan aunque sea algo, porque saben la crítica situación económica que estamos viviendo”.
Araúz explicó que normalmente las vacas lecheras están reservadas en un área especial de ordeño, alejadas de sus terneros, pero ahora ha tenido que incorporar a las crías para que sean amamantadas y así evitar el problema de mastitis y que el producto se pierda.
Comentó además que en medio de los tranques, la pérdida del producto y la incertidumbre que tienen como productores para mantener el ganado y la finca operativa, les preocupa poder atender los compromisos de financiamiento que tienen. “Vamos a tratar de cumplir con los compromisos y seguir al día con el financiamiento y esperamos que esta situación mejore”.