Un acuerdo para que Estados Unidos levante el embargo al crudo venezolano que rige desde 2019 serviría al gobierno de Nicolás Maduro ante el riesgo que suponen para Caracas las sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania, estimó el lunes el experto Francisco Monaldi.
Monaldi, director del Programa de Energía para América Latina del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice, en Texas, contestó preguntas de AFP tras conocerse que una delegación estadounidense viajó a Caracas el fin de semana para hablar con el gobierno de Maduro, y el petróleo fue uno de los temas centrales de la reunión.
Según el New York Times, la actual visita a Caracas de altos funcionarios del Departamento de Estado y la Casa Blanca responde al supuesto interés de Washington de reemplazar parte del petróleo que le compra actualmente a Rusia con el que dejó de comprarle a Venezuela.
P: ¿Qué se necesita para que Estados Unidos pueda volver a comprar petróleo venezolano?
R: Tiene que haber un cambio en las sanciones vigentes. Podría hacerse algo acotado, como darle una licencia a (la petrolera estadounidense) Chevron o a algunas empresas occidentales para que exporten a Estados Unidos algunos cargamentos. Podrían autorizar específicamente que le pagaran a (la petrolera estatal venezolana) PDVSA por esos cargamentos para que el gobierno venezolano lo autorizara a su vez.
P: ¿Flexibilizar o levantar las sanciones estadounidenses al crudo venezolano ayudaría a bajar el precio del petróleo?
R: Venezuela produce 750,000/800,000 barriles diarios de petróleo y lo máximo que podría llegar a producir en los próximos seis meses son unos 950,000 barriles diarios, quizás hasta un millón. Eso es muy poquito comparado con Rusia, que produce 11 millones de barriles diarios y exporta 7 millones. O sea que Venezuela no ayudaría a que no subiera el precio del petróleo para nada. Si Estados Unidos suspende la compra de petróleo ruso, Venezuela podría ayudar muy parcialmente a resolver el problema de algunas refinerías estadounidenses del golfo de México que ahora usan petróleo ruso. Pero es simplemente una cuestión de suministro temporal, si no hubiera crudo venezolano se resolvería con otro crudo. Al final el precio del petróleo y de la gasolina en Estados Unidos son determinados por el mercado internacional, no por lo que pueda exportar Venezuela.
P: ¿Levantar las sanciones estadounidenses al crudo venezolano beneficiaría a las petroleras de países occidentales?
R: En Venezuela quedan solo tres petroleras occidentales relevantes: Chevron, (la italiana) Eni y (la española) Repsol, estas dos últimas fundamentalmente dedicadas al gas. Esas tres empresas se verían muy beneficiadas de que hubiera algún mecanismo con el cual se pudieran cobrar, porque han estado acumulando pasivos gigantescos con PDVSA. En el caso de las petroleras occidentales que ya se fueron, como Total, Equinor, BP, difícilmente estarían interesadas en volver a Venezuela hasta que no hubiera un nuevo marco institucional.
P: La invasión rusa de Ucrania ha disparado los precios del petróleo. ¿Cómo puede verse afectada Venezuela?
R: Lo que está pasando con Rusia puede afectar a Venezuela por dos razones, y eso puede hacer que Nicolás Maduro esté interesado en lograr algún acuerdo con Estados Unidos y que no esté tan tranquilo a pesar de que el precio del petróleo está tan alto y eso lo beneficia. Primero, porque la manera en que evade sanciones Venezuela es a través de bancos rusos. Entonces, al ser sancionados los bancos rusos eso puede obstaculizar el flujo de dinero hacia Venezuela. Segundo, porque si los rusos no pueden exportar a Estados Unidos van a tratar de exportar a China, el mercado no occidental más importante del mundo y donde ya venden más de un millón de barriles. Y eso puede ser muy malo para el crudo venezolano que se coloca en China.