Alianzas estratégicas entre empresas y ONG



Esta semana tuve el privilegio de avanzar en un proyecto de la mano del Banco Centroamericano de Integración Económica, organizado Bronte Connection y mi apreciada amiga Ligia Illescas, en el cual participaron más de 700 ONG y Fundaciones de la región.

Parte de la conferencia que me tocó compartir tenía como foco algo de lo que tradicionalmente se habla, pero que no siempre se ejecuta adecuadamente: Las alianzas.

No es posible alcanzar un desarrollo sostenible verdadero y cumplir con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) sin la integración de esfuerzos entre el sector privado, las ONG, gobiernos y ciudadanos.

Con el respaldo de La Prensa y otros medios de comunicación regionales, este foro permitió profundizar en el rol de las ONG, cómo fortalecer su reputación y desarrollar capacidades para que puedan avanzar en conjunto con el sector privado en sus metas y su propósito.

En estos tiempos las alianzas estratégicas surgen como una herramienta clave para lograr objetivos compartidos y que son comunes a todos los sectores.

En el pasado las ONG eran vistas como una amenaza para las empresas, hoy son las grandes aliadas para avanzar en el desarrollo de sus iniciativas de sostenibilidad y ESG (Ambiente, sociedad y gobernanza).

Para avanzar en la creación de alianzas estratégicas efectivas entre empresas y ONG es importante entender el entorno social, las áreas identificadas para la creación de valor, las fuentes de complementariedad que ofrece el aliado y que pueden estar en recursos, capacidades y sinergias.

Adicionalmente, la amalgama que permite que la alianza prospere es la confianza de que ninguna de las partes explotará las vulnerabilidades del otro. Adicionalmente, el ajuste estratégico de una alianza debe ofrecer la capacidad de tomar decisiones rápidas y de alta calidad.

En relación con las marcas, bajo el entendido de que las ONG también tienen el reto de construir y fortalecer su marca institucional, una alianza estratégica abre la posibilidad de mejorar los activos intangibles como la reputación y el posicionamiento. También profundizar en las habilidades de la organización: ampliar el conocimiento y habilidades del equipo, contar con tecnología de apoyo para la innovación, mejorar el liderazgo, fomentar una cultura organizacional co-creadora y agilizar procesos.

Para que las alianzas entre las partes prosperen deben mantener una permanente alineación estratégica con un propósito compartido, un sistema de gobierno corporativo que promueva la transparencia y facilite las decisiones y la supervisión compartida de los proyectos, acuerdos claros en materia de inversión en proyectos y un enfoque de las métricas que permiten evaluar los avances.

Por último es fundamental valorar las expectativas sociales. El concepto de expectativas sociales es muy importante en la actualidad, porque de estas se derivan un marco de relaciones entre las organizaciones, las alianzas que se establecen y sus grupos de interés.

En el caso de las empresas y las ONG se refiere a lo que la sociedad espera que estas hagan y que demuestren su capacidad de crear valor.

El autor es consultor en reputación corporativa, comunicación estratégica y gestión de riesgos ESG


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