Esta semana otro grupo de bancos notificaron a sus clientes del aumento de las tasas de interés tanto para tarjetas de crédito, préstamos personales, como para las hipotecas.
Algunos incrementos comenzarán a regir a partir del primero de agosto con la particularidad que en el caso de las hipotecas la variación de la tasa referencial podría no sólo afectar a aquellos créditos no preferenciales, sino también a los preferenciales es decir aquellos que tienen subsidiado una parte del interés que pagan a los bancos.
El presidente ejecutivo de la Asociación Bancaria de Panamá, Carlos Berguido, explicó que durante lo que resta del año es factible que se produzcan nuevos ajustes de las tasas de interés debido a que en Panamá el efecto de la variación al alza del costo del dinero ha llegado de forma tardía, luego que la Reserva Federal de Estados Unidos, elevara los tipos de interés en los últimos dos años.
Dijo que Panamá tiene aproximadamente un retraso de 18 meses en el alza de las tasas de interés en contraste con el incremento que se dio de inmediato en Estados Unidos.
“Estamos todavía en el ciclo alcista de las tasas de interés”, apuntó el presidente de la ABP.
¿Qué pasa con las hipotecas?
En el caso específico de las tasas hipotecarias residenciales, la referencial está sobre el 6% y en algunos bancos ya están cobrando 6.25% y hasta 7% para los préstamos no preferenciales.
Los créditos fuera del interés preferencial se refieren a viviendas cuyo valor excede los $180,001 en adelante. Mientras que los que se benefician de un interés subsidiado son las viviendas que cuestan entre los $40,000 a $180,000, que aplica varios descuentos y distintas tasas.
Berguido explicó que los créditos nuevos que no son preferenciales están siendo contratados con tasas más elevadas en este momento.
Mientras que aquellos préstamos que ya tienen varios años, y siguen siendo preferenciales es decir son beneficiados de un interés más bajo, hay un diferencial que se verá afectado por el aumento de las tasas de interés en general.
Detalló que el interés preferencial máximo que se ha fijado es de hasta 4%, que es el monto pueden cubrir los bancos a los usuarios con un descuento o subsidio según la ley.
Explicó que si la tasa referencial se ubica por ejemplo en 7% y la vivienda entra en el tramo de interés preferencial más alto que es 4% de subsidio, que se da para viviendas entre $80,000 y hasta $120,000 por 8 años, le corresponderá al usuario pagar la diferencia que hay entre el 7% y el 4% subsidiado, es decir, pagaría 3% de tasa por su préstamo.
Hace un año cuando la tasa referencial estaba en 5.25%, el cliente bancario con un préstamo preferencial de una vivienda de hasta $120,000, pagaba una tasa de 1.25% porque el resto estaba subsidiado.
“Claro que hay un aumento y un costo más alto para todo el sistema tanto para créditos hipotecarios no preferenciales como preferenciales. Los intereses que se están pagando son más altos por el dinero que maneja el banco que es de los depositantes”, agregó.
Berguido recomendó a quienes estén tramitando la compra de una vivienda nueva, tratar de dar un mayor monto de inicial en lugar de pagar solo el 20% o 30% de abono, para que el monto a financiar sea más bajo y por ende se tenga menores montos para pagar.
Al cierre de mayo los créditos hipotecarios residenciales cerraron en $18,349 millones, 4.8% más que en mayo de 2023 cuando estaba en $17,508 millones según datos de la Superintendencia de Bancos de Panamá.
Mientras que el saldo de las tarjetas de crédito se ubicaron en $2,383 millones a mayo de este año, 10.7% más que en el mismo mes del año pasado cuando estaba en $2,152 millones lo adeudado por los usuarios a los bancos en tarjetas de crédito.
¿Por qué suben las tasas de interés y qué pasa con las tarjetas de crédito?
Carlos Berguido responde que esa decisión de subir las tasas de interés de los bancos, en cualquier tipo de crédito incluyendo tarjeas de crédito, obedece a su vez al aumento del costo del interés que se paga por los fondos que se prestan.
Es decir, cada vez que un usuario usa su tarjeta de crédito, los fondos que se utilizan para prestar son de los depositantes, por lo tanto también deben cubrir los bancos el alza de esas tasas de interés por esos dineros de los depósitos.
Según datos de la SBP al cierre de mayo la tasa referencial de las tarjetas de crédito subió de 20.52% que estaba en el mismo mes de 2023 a 21.25%. Algunos bancos que cobraban 17% informaron que a partir de agosto subirán la tasa a cerca de 22%.
Recalcó que el financiamiento a través de una tarjeta de créditos suele ser es más elevado y más costoso de los préstamos bancarios por el riesgo que puede representar. “Conlleva más riesgos y gastos operativos para que el sistema por el que operan estas tarjetas a nivel internacional funcione”, acotó.
Recomienda usar lo menos posible las tarjetas de crédito o no usarla para financiamiento a largo plazo sino a corto y pagar completo lo que se gaste.
“Se debe utilizar para corto plazo. De hecho la tarjeta de crédito proporciona un período de 15 días o si acaso 30 días para usarla sin intereses siempre y cuando se pague la totalidad del crédito antes de la fecha que corresponda, luego se comienza a cobrar un interés”, advirtió.
Recalcó que la tarjeta de crédito es un instrumentos que ayuda a manejar las finanzas personales y da acceso a sistemas de pago para adquirir productos y servicios sin la necesidad de efectivo. “Pero si se usa para crédito a largo plazo es muy costosa”, añadió.