El volumen negociado en la Bolsa Latinoamericana de Valores (Latinex) en la primera mitad del año totalizó $2,980 millones, cifra que representa una caída de $439 millones o un 12.8% cuando se compara con el mismo periodo del año anterior.
El mercado primario, que recoge las emisiones que salen por primera vez a la plaza, sumó $1,495 millones, una caída de $1,172 millones o 43.9% al compararse con la primera mitad del ejercicio anterior.
En el segmento corporativo, el entorno de alza de tasas que se ha venido experimentando a consecuencia de los movimientos de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos se ha traducido en una ralentización de las emisiones y en una mayor preferencia hacia los instrumentos de corto plazo.
Lerzy Batista, gerente general de Latinclear, dijo que aunque en su última reunión la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) mantuvo las tasas, se vislumbra que puede haber algún aumento más y no se sabe por cuánto tiempo se mantendrá esta tendencia. Mientras tanto, hay emisiones anteriores que están próximas a vencerse y deben ser renovadas y entonces los emisores analizan el mejor momento para salir al mercado.
Este año, hasta el cierre de junio, hubo menos emisiones nuevas que el año anterior y el nivel de colocación de las mismas fue menor. Lo que movió más el mercado fueron las emisiones ya registradas anteriormente que tenían cupos por colocar.
Además, la subida de tasas de interés ha hecho que se muevan con mayor dinamismo las emisiones de títulos de corto plazo, como los valores comerciales negociables (VCNs), que permiten al emisor obtener fondos a una tasa más baja que los títulos de largo plazo y al inversionista comprar títulos que le darán un buen rendimiento, pero sin estar “atado” a ese papel durante un periodo largo de tiempo, sobre todo en un entorno de alza de tasas de interés que puede traducirse en mayores rendimientos en el futuro.
Entre las emisiones efectuadas en la primera mitad del año, Batista destacó la protagonizada por Bladex por $300 millones, banco con sede en Panamá y con acceso a los mercados internacionales, que incursionó por primera vez en el mercado local.
Movimientos del Gobierno
En la primera mitad del año, el Gobierno no efectuó en el mercado local ninguna emisión grande de bonos o notas del Tesoro, al contrario de lo que sucediera en ejercicios anteriores, lo que explica en parte la caída en el volumen negociado hasta junio.
Para la segunda mitad del ejercicio, la historia va a ser distinta, ya que el pasado 18 de julio, la República incursionó en el mercado local de capitales a través de un nuevo Bono del Tesoro por un monto de $700 millones, con vencimiento en 2033 y cupón de 6.375%, informó el Ministerio de Economía y Finanzas.
El título se pudo comprar internacionalmente, a través de Euroclear. Se recibieron ofertas de más de 100 cuentas de inversionistas provenientes de Asia, Europa, Norteamérica y Latinoamérica. Los inversionistas locales tuvieron una participación de 38% y los internacionales de 62%.
El MEF dijo que esta emisión forma parte de la programación financiera para el año 2023, que asciende a $4,153 millones, y que con esta operación, sumada a las efectuadas el resto del año, se alcanza el 78% de dichas necesidades.
Crece el mercado secundario
El mercado secundario, aquél donde se negocian títulos que fueron emitidos con anterioridad, registró un movimiento de $1,133 millones hasta junio, cifra que representa un aumento de $493 millones o 76.9% respecto al ejercicio anterior.
En este caso destaca una recompra de deuda por $400 millones efectuada por la República y un mayor intercambio de acciones comunes de las empresas que cotizan en bolsa.
La caída de negociación en el mercado primario y el crecimiento del mercado secundario se tradujo en que este último representara al cierre del semestre el 38% del total negociado. Si se le suma el 12% que representan las recompras, la renegociación de títulos equivale a la mitad del mercado, una proporción superior a la que se registra habitualmente.
Desde la Bolsa han destacado que un mercado secundario dinámico es una buena señal porque refleja que, en efecto, se trata de un mercado que funciona, donde se produce el intercambion entre inversionistas, y aquel tenedor de un título que busca liquidez encuentra un comprador que está en posición de hacer una inversión.
Al 30 de junio, había un total de 21 emisiones en trámite por un monto conjunto de $1,086 millones. En ese grupo hay emisiones de compañías extranjeras y emisiones sostenibles, dos de los nichos a los que apunta la estrategia de expansión del mercado de capitales panameño.
Recientemente se listó el primer VCN verde en el mercado local, una emisión de corto plazo por un total de $20 millones protagonizada por BG Metal Trade. Yago Ibáñez, financista que participó en la estructuración de la operación, señaló que la emisión tiene calificación de grado de inversión local y califica como verde -es decir, que tiene un enfoque que favorece el medio ambiente- porque su producto se utilizará para capital de trabajo del emisor, una compañía que se dedica a la actividad de reciclaje.
Entre las emisiones que se podrían concretar en la segunda mitad del año hay un bono verde por $200 millones de Parque Eólico Toabré y dos operaciones de emisores extranjeros, de Honduras y de Guatemala específicamente.
Sobre la expectativa para la segunda mitad del año, Batista dijo que teniendo en cuenta la cantidad de emisiones en trámite, se espera que sea “movida”, pero a la vez con la cautela que genera la tendencia alcista de las tasas de interés.