La rebaja de la calificación crediticia de Panamá por parte de Standard & Poor’s (S&P) que deja al país a un escalón de perder el grado de inversión, aunque efectivamente era previsible, no deja de preocupar a economistas y analistas financieros.
Se teme que el país en el corto y mediano plazo pierda el grado de inversión por parte de otra calificadora, debido a que se está a la espera del informe de Moody’s.
Los analistas coinciden en que esta decisión de S&P tiene consecuencias negativas, porque aunque aún el país mantuvo el grado de inversión, no deja de encarecer el costo de financiamiento para la República cuando emita deuda, pero además, impacta a los bancos, a las empresas y afecta la imagen para atraer inversión extranjera directa al mercado.
También recalcan que el escenario económico luce complicado, con un aumento de la deuda pública, menores ingresos, déficit actuarial en la Caja del Seguro Social, y una reforma que aunque está en marcha, no generará una solución definitiva sino parcial.
Deterioro fiscal
El economista Ernesto Bazán, indicó que la decisión de S&P refleja la realidad del deterioro de las finanzas públicas y la presión que existe por el tamaño y aumento de la deuda.
Recordó que el déficit a septiembre se ubicaba en 7.14% y se estima que cerrará el año en 6%.
“Esta reducción en la calificación está reflejando la decepción de la calificadora de riesgo respecto de lo que esperaba. Como un mayor déficit fiscal. ¿Por qué es importante el déficit fiscal para una calificadora de riesgo? Porque los déficits fiscales se cubren con deuda. Cuando un país se endeuda, tiene que pagar más intereses. Por dos razones. Primero, porque el tamaño de la deuda, el volumen de deuda aumenta, pero también porque su riesgo aumenta, y la tasa de interés se incrementa”.
Bazán recalca que estas dos razones hacen que se tengan que pagar más intereses, afectando la disponibilidad de recursos por parte del Estado, que deberían destinarse a las necesidades de la sociedad y no a cubrir el alto costo del endeudamiento.
“Es muy peligroso para un país entrar en un círculo vicioso de déficit que genera más deuda, que a su vez genera más intereses y más déficit y así sucesivamente”, dijo.
¿Por qué es importante la opinión de las calificadoras sobre Panamá?
Ernesto Bazán, responde que las opiniones de las calificadoras son importantes, porque en ellas se basan los inversionistas, que son los que compran bonos de Panamá, pero también los que traen a Panamá inversión extranjera directa.
Para el economista Eric Molino Ferrer, la decisión de S&P efectivamente es el reflejo del estado actual de las finanzas nacionales, que son deficitarias, y todo esto ocurre en un contexto en el que se debate una reforma de la Caja del Seguro Social, con algunas voces que pretenden que el Estado contribuya con más, cuando no cuenta con suficientes recursos para hacerlo.
“Las reformas para salvar la Caja del Seguro Social no pueden ir desconectadas de la realidad de las finanzas nacionales, porque al final cualquier aportación que va a tener que hacer el Estado va a ir en exceso de los ingresos que está teniendo ahorita y de los déficit que se están presentando”, indicó Molino.
Al respecto, también el economista Fernando Aramburú Porras, añadió que las calificadoras están viendo con detenimiento el problema de la Caja del Seguro Social.
“A pesar de que ellos sí reconocen que hay un proyecto para resolverlo, no se sabe todavía cuál va a ser el resultado. Eso crea incertidumbre que trae consigo un aumento en el riesgo”, dijo Aramburú.
Por otra parte, señala que tampoco hay claridad sobre las medidas que aplicará el Ejecutivo para aumentar los ingresos y para reducir las exoneraciones y otras estrategias que permitan aliviar la presión de las finanzas públicas.
Molino añadió que actualmente el país registra una presión fiscal importante, y aunque se ha intentado tener una cultura de austeridad no se logró y el presupuesto para el año fiscal 2025 registró un incremento.
“Tuvimos recientemente un proyecto de ley de presupuesto, el cual empezó con un ajuste considerable, pero fue aumentado por la Asamblea Nacional de Diputados. Entonces, en lugar de dar un mensaje de austeridad, el mensaje que estamos dando es que estamos tratando de mantener esa cultura de gasto que hemos estado teniendo históricamente y no es necesariamente el mensaje que le queremos dar a los mercados de capitales internacionales”, expresó Molino.
Por su parte, el financista Álvaro Naranjo señala que solo falta la actualización de la calificadora Moody’s que se estima publique su análisis en los próximos días.
Recordó que esta agencia tiene a Panamá a un escalón para perder el grado de inversión, por lo que espera que no reduzca la calificación del país.
“Puede ser que Moody´s que nos tiene en el último escalafón con perspectiva estable, nos ponga en perspectiva negativa, pero sin perder el grado de inversión”.
Sostuvo que el escenario actual de las finanzas públicas es delicado.
“El Gobierno no la tiene fácil la deuda está por encima de los países pares, el déficit está bastante alto y el crecimiento comparado con otros años no es el que se quiera obtener. Con eso no podemos ni estornudar, estamos en un punto crítico, si no se da la vuelta a las finanzas del país vamos a perder el grado de inversión para poder financiarnos en el mercado internacional”, advirtió.