En un país tropical como Panamá, resulta inusual la siembra de árboles tradicionalmente asociados con climas fríos, como el ciprés. Pero en el pintoresco distrito de Tierras Altas, Chiriquí, la magia de la Navidad florece desde hace más de dos décadas, con los frondosos árboles navideños cultivados por productores locales. Estos arbolitos se han convertido en un motor económico clave para la región.
Uno de los pioneros en esta siembra es Norberto Pittí Coba, quien lleva 25 años cultivando cipreses en su parcela ubicada en el corregimiento de Volcán.
Pittí les da forma a cada árbol durante un año entero antes de que lleguen a las salas de miles de hogares panameños. También produce vegetales a pequeña escala, pero asegura que nada le da más satisfacción que su contribución a las fiestas decembrinas.
Su trabajo trasciende las fronteras de Chiriquí, con clientes de provincias como Los Santos y Herrera que ordenan sus árboles mediante servicios de carga nacional, pagando por transferencia bancaria.
En la entrada del corregimiento de Volcán, otra pareja apasionada por esta actividad, Enrique Flores y Xiomara Suira, lidera el vivero Génesis. Además de producir árboles navideños, cultivan flores, agregando un toque de belleza natural a la temporada. “Lo que más nos llena de alegría es ver las sonrisas de los niños al elegir su árbol”, mencionan emocionados.
Los precios de estos arbolitos oscilan entre $15 y $75, lo que los productores catalogan como accesibles para diversos presupuestos y en comparación con los arbolitos importados de hasta $200.
El Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida) informó que para las últimas semanas de 2024 se espera la llegada a Panamá de 70 a 80 contenedores con estos arbolitos, cada uno con cerca de 450 a 650 unidades.
En el caso de la producción local, se trata de cultivos a baja escala que poco a poco va ganando popularidad, al tratarse de árboles frescos, que son podados una vez el cliente decide cuál se llevará a casa. En ese momento encienden la sierra eléctrica, cortan el árbol y lo empacan para su camino hacia su nuevo hogar, al menos por el próximo mes.

