El costo de vida en Argentina registró un aumento de 6% en abril y acumuló en lo que va del año un alza de 23.1%, uno de los índices más altos del mundo y que el gobierno atribuyó en parte a la guerra en Ucrania.
La inflación a 12 meses en tanto, alcanzó 58%, según el instituto oficial de estadísticas Indec, una de las más elevadas en el país en tres décadas.
“Hay un porcentaje de esa inflación derivada del aumento de precios en los alimentos como consecuencia de la guerra”, dijo en París el presidente argentino Alberto Fernández, en el marco de una gira europea. El indicador del incremento en los precios al consumidor se difundió el mismo día en que decenas de miles de manifestantes de partidos de izquierda y organizaciones sociales finalizan en la Plaza de Mayo, frente a la casa de gobierno, una marcha de tres días desde los cuatro puntos cardinales de la nación sudamericana, en reclamo de mejores salarios y empleos.
La cifra de inflación también se conoce en momentos en que el Fondo Monetario Internacional (FMI) realiza la revisión del cumplimiento del acuerdo firmado con el gobierno de Fernández para refinanciar una deuda de 44 mil millones de dólares contraída durante el mandato del expresidente Mauricio Macri. El FMI ha estimado una alza del costo de vida en Argentina de 51.7% para 2022.
En abril el gobierno incrementó en 50% hasta los 150 dólares la asignación para adquisición de alimentos a familias vulnerables. Además, dispuso un bono extraordinario y el aumento del salario mínimo que desde junio será de 373 dólares al cambio oficial.
El Estado también financia comedores en escuelas y apoya a los que mantienen unas 1.600 organizaciones comunitarias en los barrios más carenciados.