Los automovilistas estadounidenses que se sentirían con miedo a bordo de un vehículo sin conductor suponen el 68%, el mayor aumento anual de desconfianza desde 2020, según un sondeo publicado por la mayor asociación de conductores del país.
La encuesta revela que ese porcentaje supuso un aumento respecto al 55% registrado en 2022, de acuerdo al estudio del Auto Club Group, uno de los grupos que componen la AAA (American Automobile Association), con más de 60 millones de socios en EU y Canadá.
“No esperábamos un cambio tan dramático en las preocupaciones de los consumidores con respecto a años anteriores”, dijo en un comunicado Mark Jenkins, portavoz del Auto Club Group, con 13.5 millones de asociados.
Aunque no es del todo sorprendente, dada la cantidad de accidentes que se han producido recientemente debido a la dependencia excesiva de las tecnologías, agregó.
Dijo que, incluso con los avances realizados en los últimos años, estos hallazgos sugieren la necesidad de disipar la confusión respecto a los vehículos automatizados.
Un vehículo autónomo o sin conductor es capaz de imitar las capacidades humanas de conducción y no requiere que una persona active ninguna operación mecánica.
La encuesta de AAA encontró que casi uno de cada diez conductores cree que puede comprar un vehículo que es capaz de conducir por su cuenta mientras la persona duerme, algo que Jenkins aclaró que no es cierto.
Los datos destacan que los nombres que los fabricantes dieron a los sistemas de estos vehículos confunden a los consumidores.
La AAA descubrió, a través de este sondeo, que el 22% de los estadounidenses esperan que los sistemas de apoyo al conductor, con nombres como Autopilot, ProPILOT o Pilot Assist, tengan la capacidad de conducir el automóvil sin supervisión, lo que indica una brecha en la comprensión del consumidor.
La mayoría de los vehículos nuevos están equipados con algún nivel de tecnología avanzada de asistencia al conductor, que puede mejorar la seguridad de los automovilistas si se usa correctamente, precisó Jenkins.