Un parlamento regional de Australia investiga a la filial de PricewaterhouseCoopers (PwC) en el país oceánico tras el escándalo de la filtración durante la década pasada de un plan tributario confidencial.
“Lamentamos profundamente la filtración de información confidencial sobre política fiscal federal que se produjo hace unos ocho años y pido disculpas profundamente por ello”, dijo ayer lunes la directora ejecutiva interina de PwC Australia, Kristin Stubbins, ante el comité del Parlamento de Nueva Gales del Sur.
El escándalo comenzó en enero cuando el diario económico Australian Financial Review denunció que un exsocio de PwC Australia filtró hace años información clasificada a sus compañeros, la cual fue usada para captar nuevos clientes entre 2014 y 2017.
Esto motivó la dimisión el mes pasado del director ejecutivo de PwC Australia, Tom Seymour, y la apertura de una investigación independiente ordenada por la consultora, mientras que la Policía investiga por su lado al presunto responsable principal de estas filtraciones.
Stubbins prometió, ante el comité que investiga el uso y gestión sobre los servicios de las consultoras en esta jurisdicción, que colaborará con las autoridades y dará los nombres de los implicados una vez que se completen las investigaciones independientes sobre el caso realizadas por dos bufetes legales.
“Se trata de una investigación exhaustiva y detallada y, como comprenderán, tenemos que hacer las cosas bien”, precisó Stubbins en Sídney, capital de Nueva Gales del Sur, al insistir que los culpables afronten “severas” consecuencias, publica la agencia AAP. La comparecencia de Stubbins ante el parlamento regional se da un día después de que PwC Australia anunciara un principio de acuerdo para la venta por un dólar australiano (0.67 dólares estadounidenses o 0.61 euros) de su cartera de negocios gubernamental al administrador de fondos Allegro Funds.