Panamá prohibió la importación de aves vivas y de cualquier producto o material genético de origen avícola, proveniente de condados de Estados Unidos afectados con la influenza aviar de alta patogenicidad.
A través de la Resolución 041-2022, el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) declaró la alerta zoosanitaria frente a los riesgos de introducción, establecimiento y diseminación al país de la influenza aviar, enfermedad transfronteriza que afecta negativamente la industria avícola.
“Esta medida será temporal hasta que Estados Unidos compruebe que los condados o compartimientos cumplen con las características para recobrar su estatus de libre de la influenza aviar de alta patogenicidad”, señala la resolución firmada por Cecilia de Escobar, directora Nacional de Salud Animal del MIDA.
La influenza aviar es una enfermedad transfronteriza de denuncia obligatoria en Panamá, que se manifiesta en las aves con fiebre, falta de apetito, estornudos, descarga nasal, diarrea, entre otros síntomas en las aves de corral.
El principal riesgo de la influenza aviar de alta patogenicidad consiste en que se puede propagar rápidamente, devastar la industria avícola y originar graves restricciones comerciales.
La carne de pollo es una de las proteínas animales de más bajo costo y acceso a los consumidores. Panamá es uno de los países de la región con el mayor consumo per cápita de pollo con 84 libras en 2021.

Los productores avícolas reconocen que la alerta es una medida que las autoridades sanitarias de los países dictan por norma, cada vez que hay brotes de enfermedades de cualquier especie que amenace la salud, en este caso, de la producción avícola.
La sanidad aviar es indispensable para garantizar aves sanas y de alto rendimiento, además de mantener el estatus sanitario libre de enfermedades exóticas, según la Asociación Nacional de Avicultores de Panamá (Anavip).
“Ya esta misma alerta fue emitida hace varios meses y desde aquel momento hemos estado coordinando a través de la Dirección Nacional de Salud Animal y el MIDA las verificaciones de las áreas afectadas para garantizar que cualquier producto avícola que entre a Panamá proceda de áreas libres de influenza aviar de alta patogenicidad”, comentó Luis Carlos Castroverde, presidente de la Anavip.
Indicó que las autoridades sanitarias de Estados Unidos notifican y actualizan permanentemente los estados y condados que están en cuarentena por la presencia de la enfermedad que ha tenido como consecuencia la pérdida de millones de aves.
En Panamá se sacrifican en promedio unas 8 millones de aves por mes, pero también se importan unos un millón de kilogramos por mes, según datos de Anavip.
En 2021 se sacrificaron 104 millones de aves y se importaron 14.7 millones de kilogramos de carne de pollo.
Según el MIDA, con base al Código Sanitario para los animales terrestres de la Organización Mundial de Sanidad Animal, independientemente del estatus sanitario del país exportador o la zona de exportación respecto a la influenza aviar, solo se permite importar carne de aves de corral tratada térmicamente en un contenedor herméticamente cerrado.
Con la disposición establecida se instruye a la Dirección Ejecutiva de Cuarentena Agropecuaria a extremar las medidas de bioseguridad y de vigilancia epidemiológica en los puntos de ingreso al país por vía aérea o terrestre.
También se pide garantizar que los desechos internacionales no peligrosos generados en los puertos marítimos, aéreos y terrestres de Panamá sean tratados de manera inmediata mediante incineración “in situ”, según lo establece el Decreto 116 de mayo de 2001.
Igualmente, las autoridades recomiendan extremar las medidas de vigilancia epidemiológica activa en todo el territorio nacional, principalmente en refugios de aves silvestres o migratorias, lugares de venta y concentración de aves, como ferias, exposiciones, subastas y mercados públicos.


