La economía panameña crecerá este año a una tasa de 2.4%, según estima el Banco Mundial, que también proyecta que, para 2025, el producto interno bruto (PIB) del país se acelere hasta alcanzar un 3%. Esta estimación es similar a la del Ministerio de Economía y Finanzas, que proyecta un crecimiento del PIB real de 3% y del PIB nominal de 5%.
William Maloney afirmó que Panamá debería explotar sus ventajas competitivas y las del Canal para el nearshoring, es decir, la relocalización de la producción o el suministro de bienes y materias primas cerca de mercados de alto consumo, como Estados Unidos. “Estamos viendo un crecimiento de 2.4% para este año y de 3% para el próximo, un crecimiento que esperamos continúe, dado que Panamá tiene una posición estratégica gracias al Canal, lo cual facilita considerablemente el transporte y favorece la actividad de nearshoring.”
Por otra parte, el economista del Banco Mundial mencionó que están observando con detenimiento el comportamiento de las finanzas públicas en Panamá, debido a la incertidumbre por la falta de ingresos provenientes de la actividad minera. “Hay cierta incertidumbre en las cuentas fiscales relacionada, por ejemplo, con el cierre de la mina. Así que vamos a tener que seguir monitoreando esta situación”, apuntó.
Cabe recordar que las operaciones de exploración y explotación minera fueron suspendidas luego de que se declarara inconstitucional el contrato entre Minera Panamá y el Estado panameño, así como tras la moratoria minera.
Expectativa regional
El Banco Mundial prevé que América Latina y el Caribe crecerán a una tasa de 1.9% este año y de 2.6% en 2025, cifras que aún estarán por debajo del crecimiento mundial, estimado en un 2.8%.
El organismo multilateral presentó este miércoles el informe titulado Impuestos a la riqueza para la equidad y el crecimiento, en el que señala que la inversión pública y privada en la región sigue siendo baja y que los países no están aprovechando plenamente las oportunidades del nearshoring.
Precisaron que, en términos reales, la inversión extranjera directa (IED) se encuentra en niveles inferiores a los de hace 13 años, y que los anuncios de nuevas inversiones favorecen a otras regiones. A pesar de que América Latina cuenta con salarios competitivos en comparación con China y otros destinos, los altos costos del capital, los débiles sistemas educativos, la deficiencia en energía e infraestructura, y la inestabilidad social reducen el atractivo de la región como destino de nearshoring.
“Aprovechar las ventanas de oportunidad que ofrece la región, como la transición verde y la tendencia hacia el nearshoring, requiere amplias reformas estructurales para lograr que sea más productiva y competitiva. Esto demandará un mayor espacio fiscal, mejorar la eficacia del gobierno y reducir la carga tributaria sobre los sectores productivos. Este es un buen momento para que la región reconsidere la mejor manera de hacer que sus sistemas tributarios generen ingresos, estimulen el crecimiento y promuevan la equidad”, dijo William Maloney, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.