El grupo farmacéutico británico AstraZeneca anunció el jueves que su beneficio neto en 2020 fue más del doble que el del año precedente y se situó en 3 mil 200 millones de dólares, en un periodo marcado por la pandemia y el desarrollo de su vacuna contra la Covid-19 junto a la universidad de Oxford.
En un primer momento, el logro de esta vacuna −más barata y fácil de almacenar que sus principales competidoras− le valió al laboratorio los elogios de la comunidad internacional.
Pero poco después los retrasos en la entrega de las dosis prevista a los países de la Unión Europea y los escasos datos disponibles sobre su eficacia en los mayores de 65 años sumieron a AstraZeneca en la polémica.
“¿Ha sido todo perfecto? No”, admitió el consejero delegado Pascal Seriot en una en una rueda de prensa en línea para presentar los resultados, que aprovechó para hacer una enérgica defensa de su empresa.
Subrayó que su grupo dispone ahora de “una vacuna que proporciona una protección del 100% contra las formas más graves de la enfermedad” generada por el coronavirus y que tiene previsto producir 100 millones de dosis en febrero.
“Tenemos un gran impacto” en la lucha mundial contra la pandemia, insistió Seriot, recordando que el grupo se comprometió a vender la vacuna a precio de coste.
La OMS anunció el miércoles que la vacuna de AstraZeneca puede administrarse a personas mayores de 65 años y utilizarse con confianza en las regiones donde circulan variantes del virus, a pesar de las dudas expresadas por países europeos como Francia, Alemania y España.
Lea también: OMS avala vacuna de AstraZeneca para las personas mayores de los 65 años