El mercado laboral en América Latina y el Caribe está marcado por el aumento de la informalidad y un menor ritmo de crecimiento en los salarios, que no alcanzan para costear los productos básicos, lo que deja a los trabajadores en una situación de pobreza.
Así lo advierte un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que mide la calidad del empleo en la región en su observatorio laboral en el que además dio a conocer el Índice de Mejores Trabajos en 2024.
El organismo multilateral menciona que la informalidad laboral se traduce en salarios bajos, acrecienta la pobreza y la desigualdad y, por ello, frena la productividad.
Precisa que casi 51% de la población en edad de trabajar en la región vive en la pobreza laboral: con ingresos laborales insuficientes para superar el umbral de $1.95 de poder de compra al día.
En el estudio Panamá está entre los países con un índice de dimensión de la calidad del empleo alto, pero presenta problemas de informalidad.
El Índice de Mejores Trabajos que se mide del 0 al 100 se ubicó en 57.6 puntos en toda la región, luego de estar en 54.9 puntos en el año 2010. Este indicador agrupa dos dimensiones: cantidad y calidad del empleo.
En la región la calidad del empleo llegó en 2022 a su pico histórico más alto desde 2010: 41.2 puntos en una escala de 0 a 100, mientras que la cantidad decreció levemente de 74.3 puntos en el año 2014 a 74.1 puntos en 2022.
No obstante el BID advierte que la mayoría de trabajadores en la región se gana la vida desde la informalidad, y sus ingresos no alcanzan para superar la pobreza. “Casi 55% de los trabajadores de América Latina y el Caribe tiene un empleo informal sin contrato ni cobertura de seguridad social, y 3 de cada 10 no alcanzan a tener los ingresos necesarios para superar el umbral de la pobreza”.
Por países el Índice de Mejores Trabajos lo registra Uruguay (más de 70 puntos), seguido de Chile sobre los 60 puntos al igual que Costa Rica.
Brasil está en el cuarto lugar con 60 puntos, Argentina en el quinto con similar puntaje y Panamá con 60 puntos.
En la dimensión de la calidad del empleo también aparece Uruguay de primer lugar, Costa Rica de segundo y Chile de tercero. Brasil y con un puntaje mayor a 50 está en el cuarto lugar y Panamá registra un índice de calidad de menos de 50 puntos.
En la cantidad de empleos Panamá está cercano a los 80 puntos pero se indica que hay una gran informalidad, con 765,152 personas, es decir 47.8% de la población económicamente activa.
El BID indica además que al analizar la calidad y la cantidad del empleo por género, las mujeres tienen empleos de menos calidad versus los hombres.
De 2010 a 2022, el Índice de Mejores Trabajos para las mujeres creció a una tasa de solo 0,8% anual. A ese ritmo, el Índice para las mujeres tardaría más de 47 años en alcanzar el nivel de calidad y cantidad del empleo que tienen los hombres para 2022.
“En una región en la que 70% de las personas dependen exclusivamente de su trabajo para vivir y mantener a sus familias, la calidad del empleo tiene que aumentar rápido”, indica Laura Ripani, jefa de la división de mercados laborales y Seguridad Social del BID.
Al analizar la brecha de género en los componentes individuales del Índice de Mejores Trabajos, se observa que la disparidad es más pronunciada en el componente de cantidad que en el de calidad. En 2022, la brecha en cantidad es de 24.5 puntos entre los empleos de los hombres y de las mujeres, mientras que en el componente de calidad es de 16.1 puntos.
Otro grupo que registra deficiencias es el de los jóvenes. El análisis del BID refleja que los jóvenes tienen empleos de peor calidad que los adultos, con una diferencia de 9.4 puntos. En términos de cantidad, la diferencia es de 3.8 puntos y en calidad de 15 puntos de diferencia.
“Tenemos mucho trabajo por hacer para elevar la calidad del empleo y la productividad en América Latina y el Caribe (...) hoy en día a la mayoría de los trabajadores de América Latina y el Caribe no les alcanza el salario para vivir, no están pudiendo ahorrar para su retiro ni están cotizando a los sistemas de pensiones”, precisa el BID.
Señala además que persisten los desafíos en cuanto a equidad de género y en la generación de oportunidades para los jóvenes.
Los resultados del Índice de los Mejores trabajo para la región, identifica la necesidad de que se generen más empleos formales y de calidad, con coberturas de protección social y pensiones en la región.
Además el organismo multilateral menciona que se debe equipar al capital humano con habilidades alineadas a las necesidades de talento de los sectores productivos de cada país, promover el empleo formal con menores costos haciendo universal parte de la seguridad social, e impulsar el acceso a empleos fortaleciendo los servicios públicos de empleo para aumentar la calidad del empleo en la región.