La Comisión Europea ultima una propuesta de reforma del mercado eléctrico que, según un borrador al que ha accedido, pretende reducir la volatilidad incentivando contratos a largo plazo con precios estables que faciliten también la inversión en energías renovables.
El documento, que está sujeto a cambios antes de que Bruselas presente la versión definitiva el 16 de marzo, es el primer paso de una reforma promovida al calor de la histórica crisis de precios de la energía, y en particular del gas y la electricidad, que la Unión Europea vivió durante el 2022.
Así su principal objetivo es reducir la “influencia excesiva” de los combustibles fósiles en la formación de precios, especialmente del gas, y promover “el acceso a contratos y mercado a largo plazo”, que son “más estables”.
Pero la propuesta no cuestiona el principio del sistema marginalista de asignación de precios en el mercado diario, que hace que la tecnología de generación más cara, generalmente el gas, fije el precio del resto de tipos de formas de producir electricidad, como hidráulica, nuclear o renovable.
Contratos a largo plazo
Bruselas pone el foco en los llamados contratos de compraventa de energía (PPA, en inglés) entre generadores de electricidad y grandes consumidores, que a juicio de la institución “pueden proteger de la volatilidad de precios pero actualmente están disponibles para grandes consumidores de energía sólo en unos pocos Estados miembros”.
Además de los PPA, el borrador también busca impulsar los contratos por diferencias bilaterales (CFD) dentro de su lógica de promover mercados a largo plazo.
En este tipo de relaciones contractuales el comprador y el vendedor acuerdan un precio determinado y después liquidan únicamente la diferencia entre éste y el precio de mercado y el Estado ejerce de regulador central.
Otro elemento de la reforma es que permitirá a los Estados miembros ofrecer precios regulados a pequeñas y medianas empresas en momentos de crisis, pero siempre de forma proporcionada para financiar un determinado nivel y de forma que no se creen incentivos para aumentar el consumo energético.
Mecanismos de capacidad
El borrador menciona, pero apenas desarrolla los mecanismos de capacidad, es decir, instalaciones que cobren por estar disponibles para generar electricidad cuando haya picos de demanda.
El texto de la Comisión prevé que los Estados miembros puedan promover estos sistemas conforme a las reglas actuales con “características adicionales” y también que se puedan “aplicar regímenes de apoyo a la flexibilidad consistentes en pagos por la capacidad disponible”.
“Los Estados miembros podrán diseñar o rediseñar los mecanismos de capacidad para crear un mecanismo de capacidad ecológico y flexible”, señala el borrador sobre un punto que, según fuentes diplomáticas consultadas, goza de bastante respaldo entre los Veintisiete.
Una vez la Comisión haga pública la propuesta oficial, los Estados miembros tendrán que negociar una posición común entre los Veintisiete y el Parlamento tendrá que hacer lo propio entre los grupos para que, a continuación, ambas instituciones puedan negociar la versión final de la reforma junto con la Comisión Europea.
El objetivo, en principio, es que la ley esté aprobada antes de que se celebren las elecciones al Parlamento Europeo de mayo de 2024, para lo que los países y la Eurocámara tendrían que acordar sus posiciones durante este primer semestre del año, bajo presidencia sueca del Consejo de la UE, y acometer la negociación final en el segundo semestre, bajo presidencia española.
Se trata de unos plazos muy justos para una reforma estructural que va más allá de los ajustes de emergencia implementados durante el último año para suavizar la crisis de precios de la energía, y Alemania se ha mostrado ya reticente a actuar rápido y en profundidad.
Berlín quiere contar con un amplio análisis de impacto antes de comprometerse, lo que retrasaría la reforma, por lo que plantea hacer algunos ajustes ahora y dejar la reestructuración de calado para después de las elecciones europeas, con un nuevo Parlamento y una nueva Comisión Europea.