Francisco Bustamante, economista y ex subdirector de la Caja de Seguro Social (CSS), reaccionó a la reciente decisión del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de utilizar pagarés para saldar los aportes pendientes al Fondo de Ahorro de Panamá (FAP).
En comentarios en su red de WhatsApp, Bustamante explicó que los fondos como el FAP fueron concebidos para regular los ingresos extraordinarios y servir como reserva en momentos de necesidad.
Bustamante señala que con los ingresos aumentados esperados por la ampliación del Canal se reservó una porción para ser ahorrada. Sin embargo, durante la pandemia, ese dinero se gastó y no se pasó al Fondo de Ahorro, incumpliendo así el mandato legal.
El economista considera que utilizar deuda para pagar ese requisito asumiendo un costo financiero es un exabrupto financiero. Sugiere que lo apropiado sería una dispensa por los años de pandemia, únicamente.
El ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander, entregó el 13 de junio al FAP pagarés correspondientes a los aportes pendientes del periodo 2021-2024.
Se trata de pagarés por un monto de $1,272 millones, que serán pagados al FAP en cuotas semestrales durante un plazo de 10 años.
Según el MEF, estos pagarés generarán al fondo soberano un rendimiento de 7.45%. En cuanto al rendimiento del FAP en el primer trimestre de 2024, este cerró con una ganancia bruta de $31.3 millones, principalmente debido al comportamiento positivo del mercado accionario.
El FAP informó que esta ganancia se debió principalmente al efecto de la valorización del portafolio de acciones, así como a los flujos derivados del portafolio de activos líquidos o de corta duración.
La entidad dio a conocer que los aportes correspondientes a 2018 y 2019, que suman $31.9 millones, se pagarán en efectivo durante la vigencia fiscal de 2024. Además, el período de acumulación de aportes de 2024 se incluirá en el presupuesto de 2025.
Las críticas de Bustamante subrayan las preocupaciones sobre la sostenibilidad financiera de esta medida y su impacto a largo plazo en la economía del país.
La utilización de deuda para cumplir con obligaciones financieras pendientes es vista por algunos expertos como un paso en la dirección equivocada, poniendo en riesgo la capacidad de endeudamiento del próximo gobierno y aumentando los costos asociados.