Tres gobiernos y más de una década, pero aún sigue corriendo tinta sobre lo que se dispuso en el contrato entre Odebrecht y el Aeropuerto Internacional de Tocumen, y lo que realmente se ha hecho en la obra conocida como la terminal 2 (T2) de pasajeros.
Atrasos, adendas, reclamos, multas, trabajos incompletos y nuevos hallazgos son parte de la conflictiva relación que ha tenido el contratista de origen brasileño, acusado de sobornos a los largo de América Latina, y la estatal panameña Tocumen S.A., a cargo de la administración del aeropuerto.
No ha habido tregua desde la recisión del contrato para la construcción de la nueva terminal de pasajeros, hecho ocurrido el 28 de septiembre de 2021, cuando el aeropuerto determinó que el contratista no cumpliría con los términos de la octava adenda del acuerdo y la totalidad de los trabajos por entregar en el tiempo asignado.
Aun así, la terminal 2 arrancó operaciones en junio de 2022. “A pesar de los incumplimientos del contratista hemos sacado adelante la obra que es orgullo para los panameños”, afirmó el gerente general de la terminal aérea Raffoul Arab desde aquella fecha.
Cuando se hizo efectiva la resolución administrativa del contrato firmado en 2012, Tocumen indicó que la empresa tenía pendientes 600 trabajos los cuales no podría atender, ante la dilatación comprobada de los trabajos.
La narrativa de Odebrecht ha sido que cumplió con sus obligaciones en la ampliación del Aeropuerto Internacional de Tocumen, lo que dio lugar a un arbitraje por la rescisión del contrato por parte de la terminal aérea.
La administración de Tocumen interpuso también una demanda de arbitraje contra Odebrecht y pide una compensación cercana a los $25 millones. En la demanda Tocumen asegura que ha incurrido en gastos por el incumplimiento de Odebrecht, al no terminar los trabajos pendientes en la nueva terminal de pasajeros.
Tocumen ha explicado que las disputas legales que ha sostenido con Odebrecht en el ámbito de contrataciones públicas y arbitraje responden a distintos propósitos.
En lo que respecta al Tribunal de Contrataciones Públicas (TAC), el foco de la disputa se centra en la legalidad de la resolución administrativa del contrato.
Dicho proceso se encuentra pendiente de decisión por parte de los magistrados del TAC.
Usualmente, los recursos de apelación son tramitados por el TAC en un promedio de 6 a 8 meses, pero en este caso han pasado dos años, luego que el contratista presentara tres amparos de garantías, una advertencia inconstitucionalidad y una demanda contenciosa administrativa, sin contar los múltiples incidentes de nulidad dentro del proceso.
Finalmente, desde el mes de septiembre el caso (de fondo) está en manos de los magistrados del TAC, por lo que ahora empieza el verdadero conteo a la espera de un fallo.
El hecho de que no se haya terminado de decidir la suerte de la resolución administrativa impacta la forma en la que se decide cómo opera la ejecución de la garantía, lo que claramente impacta a Tocumen, los trabajos que se necesitan asumir en la terminal aérea y la suerte jurídica del contratista.
En una entrevista con La Prensa, Arab advierte que no sale del asombro cuando se menciona de forma reiterativa que Odebrecht entregó un contrato al 98% o 99%, sin admitir que habían importantes pendientes de entrega y subsanación de ítems vitales para la operatividad eficiente y segura de la terminal.
“Es exactamente como cuando tú compras un vehículo nuevo, pero te lo entregan sin batería. No lo puedes poner en funcionamiento y tienes que incurrir en un gasto para poder hacer uso del automóvil y ponerlo a funcionar. Es la analogía de lo que está pasando”, detalló.
Recuerda que no tenían ni 30 días de estar operando la nueva terminal cuando ya habían tenido que “intervenir” las puertas de los baños. “Nos encontramos con un sinnúmero de defectos en los techos, con múltiples goteras, tenemos problemas con los pisos, no solamente de manchas, sino fisuras, un desbalance total en el sistema de acondicionador de aire que al día de hoy todavía no hemos podido subsanar”.
Se refiere a que no es posible regular adecuadamente las temperaturas, siendo o demasiado altas o demasiado bajas, además de constantes daños y excesivo consumo de energía.
En la nueva terminal de pasajeros, que tiene 116 mil metros cuadrados, se destinaron más de 8 mil metros cuadrados a espacio comercial.
En este sentido, además de enfatizar sobre las filtraciones en la cubierta del techo, sin que el contratista brinde una atención definitiva para resolver el problema, Arab reveló que ahora han detectado daños estructurales en las calles de rodaje de la terminal 2.
Dijo que producto del hundimiento en la plataforma de rodaje, Tocumen ha cerrado 6 puentes de abordaje de los 20 que tiene la terminal 2, por razones de seguridad, lo que afecta la eficacia de las operaciones.
“Estamos viendo imperfecciones, por ejemplo, en la plataforma que hacen que la eficiencia de las operaciones del aeropuerto sean interrumpidas y esto es otra falta importante que vamos a tener que estar viendo y tomar algunas acciones también de otro tipo, legal, con la empresa”, adelantó Arab.
Tocumen está salvaguardada por su fianzas de cumplimiento y sus garantías con la compañía aseguradora y “nosotros estamos velando por los mejores intereses del país”, indicó el funcionario, mientras detallaba lo que ahora sucede con las plataformas y lo que se vaticinaría como un nuevo conflicto legal con Odebrecht.
Arab explicó que es hasta ahora, que la plataforma de rodaje está en uso por los aviones, cuando se ha podido determinar que existen imperfecciones o hundimientos a escaso un año de estar en operaciones.
“Estas anomalías en las plataformas donde se estacionan las aeronaves son preocupantes, porque esto altera nuevamente el funcionamiento de una terminal nueva, que está en pleno crecimiento”.
La obra, contratada en la administración de Ricardo Martinelli por $679.4 millones ha terminado costando $917.9 millones.
En el gobierno de Laurentino Cortizo se dieron adendas, pero solo para extender el tiempo de entrega. “No tuvimos ningún incremento de costos ni de montos... Nosotros nos mantuvimos solamente viendo y exigiendo a la empresa el cumplimiento y la entrega de la obra, lo cual no se ha dado todavía”.
A la fecha Tocumen tiene 281 trabajos pendientes, entre los que se encuentra el balance del aire acondicionado, y la interconexión de las alarmas contra incendio. Y se continúan presentando deterioros.