La Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR) lamentó la decisión del Gobierno de Panamá de apelar el fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que favorecía la posición costarricense en la disputa por restricciones a la importación de productos lácteos, agrícolas y cárnicos.
La apelación presentada por Panamá, ante el Órgano de Apelación de la OMC, extiende el conflicto y deja en un limbo la resolución definitiva.
La controversia se remonta a inicios de 2021, cuando Costa Rica llevó ante el Órgano de Solución de Diferencias de la OMC las restricciones impuestas por Panamá a la importación de productos como piña, plátano, banano, lácteos y cárnicos.
Tras años de litigio, en diciembre de 2023, un Grupo Especial de la OMC emitió un fallo respaldando a Costa Rica y ordenando a Panamá eliminar las barreras comerciales. Sin embargo, en enero de 2025, el gobierno panameño optó por escalar el caso, lo que posterga cualquier medida inmediata.
Arturo Rosabal, presidente de la CCCR, expresó su preocupación por la postura de Panamá y afirmó que esta acción perjudica a diversos sectores productivos costarricenses que cumplen con altos estándares de inocuidad.
“Defendemos el respeto a los acuerdos comerciales internacionales y rechazamos la imposición de barreras injustificadas al comercio. Lamentamos que el Gobierno de Panamá apele la decisión, ya que esto impedirá que muchos sectores sigan vendiendo en un mercado natural y estratégico”, manifestó.
La Cámara de Comercio tica instó a los gobiernos de ambos países a priorizar el diálogo bilateral como la vía más efectiva para resolver sus diferencias y evitar que la disputa genere un precedente negativo en la relación comercial entre ambas naciones. El comercio entre Costa Rica y Panamá ha sido históricamente sólido y beneficioso para ambas economías, por lo que un impasse prolongado podría afectar a empresas y consumidores en ambos lados de la frontera.
Organismos empresariales costarricenses han expresado su preocupación por el impacto que esta situación podría tener en sectores clave de exportación, advirtiendo sobre posibles represalias comerciales y afectaciones a la competitividad de las empresas costarricenses. Mientras tanto, el Ministerio de Comercio Exterior de Costa Rica (COMEX) ha reiterado su compromiso con la defensa de los intereses del país y ha instado a Panamá a acatar las normas internacionales.
“Nuestro objetivo es fortalecer la confianza y cooperación entre ambas naciones, evitando que esta controversia ponga en riesgo el intercambio comercial que ha caracterizado nuestra relación”, concluyó Rosabal.
A medida que se prolonga el conflicto, la incertidumbre crece entre los exportadores costarricenses, quienes dependen del mercado panameño como un destino clave para sus productos. La falta de un mecanismo de resolución inmediato y la paralización del Órgano de Apelación de la OMC dejan el futuro de esta disputa en el aire, mientras las partes buscan una salida diplomática a la controversia.