La Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (Cciap) emplazó al Gobierno para que reaccione ante los diferentes escenarios sociales y económicos que vive el país y dé señales de cómo va a proceder ante estos retos.
El cierre de la mina de Donoso, la reformulación del presupuesto general del Estado para 2024, las medidas de austeridad y las acciones específicas para aliviar los estragos que sufrieron miles de productores, pequeños y microempresarios tras la paralización injustificada del mes pasado, son algunos las situaciones que plantea el gremio empresarial.
“Los ciudadanos demandan respuestas, transparencia, liderazgo, acciones responsables y sobre todo una comunicación transparente y constante. Sin embargo, el sentir es el contrario, que simplemente no pasa nada, no hay reacción coherente, realista y mucho menos inmediata”, se plasma en la carta semanal de la Cámara de Comercio, que preside Adolfo Fábrega.
Tras el fallo de inconstitucionalidad de la Corte Suprema de Justicia del contrato minero de Donoso se resalta que con esta decisión apenas comienza el reto operativo de cerrar ordenadamente la mina.
Sin embargo, se advierte que esta es una responsabilidad con suficientes riesgos ambientales, financieros y humanos como para que el Ejecutivo hubiera demostrado alguna diligencia.
“En lugar de ello, todo lo que hemos visto es un comunicado insuficiente, forzado por la opinión pública, con supuestas medidas a futuro, emitido por las mismas autoridades responsables del desastre donde nos han llevado y evidenciando un gran conflicto de interés”.
Consecuencias
Se pide prestar atención lo antes posible a las consecuencias que están sufriendo los sectores agropecuario y turístico, por la violencia e intransigencia de grupos radicales que trancaron el país frente a unas autoridades que no pudieron garantizar el derecho fundamental del libre tránsito.
La Cciap alerta que a la fecha se desconoce cómo se procederá con el cierre de la mina y que cada minuto que transcurre aumenta el riesgo de una catástrofe ambiental si no se toman acciones inmediatas.
“La ausencia de acciones por parte del Gobierno Nacional ha sido constante e inexcusable; el dejar pasar y patear la pelota hacia adelante parece que se convirtió en la forma normal de administración pública, sin enfrentar las graves consecuencias que se derivan de esa inmovilidad; o peor aún, pretender llevar esta crisis callada y bajo la alfombra hasta que finalice la actual administración.
Presupuesto
Sobre el presupuesto general del Estado para 2024, el sector empresarial enfatiza que solo se conoce de una supuesta reformulación anunciada por el Ministro de Economía y Finanzas, y que eso se dio también por la presión ciudadana.
“Así mismo se plantea que se observa con preocupación un presidente de la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional [Benicio Robinson] desafiante y soberbio, que no parece haber aprendido nada del reclamo y hartazgo ciudadano generalizado. Este es un asunto crítico, que tendrá repercusiones enormes, no solo en la administración que asuma en escasos seis meses, sino en toda la economía nacional”.
Crisis
Otro aspecto que la Cciap insta a los gobernantes a prestar atención lo antes posible es las consecuencias que están sufriendo los sectores agropecuario y turístico, por la violencia e intransigencia de grupos radicales que trancaron el país frente a unas autoridades que no pudieron garantizar el derecho fundamental del libre tránsito.
Se recuerda que estos sectores continúan a la espera de conocer qué planes tiene la actual administración gubernamental para apoyarles a reconducir una situación que ya de hecho producirá pérdidas de todo tipo.
“Visto todo sobre lo que no se han tomado medidas, parece secundario retomar la exigencia por un plan de austeridad por parte de las instituciones del Estado, pero no lo es. La perspectiva económica del país es difícil, con la posible pérdida del grado de inversión, y sus efectos sobre el costo de financiamiento para todos. El significativo reto de retomar un proceso de consolidación fiscal que genere confianza y el escenario de arbitrajes internacionales, todo lo cual nos exige emprender una era de austeridad y verdadero compromiso con el manejo responsable de las finanzas públicas.