General Motors (GM) y Stellantis en Estados Unidos despidieron temporalmente este miércoles a unos 2 mil 500 trabajadores a consecuencia de la huelga que paraliza desde el 15 de septiembre tres plantas de montaje en el país.
GM comunicó este miércoles que ha tenido que cesar la producción de la planta de montaje de Fairfax, en el estado de Kansas, por la falta de suministros para la fabricación de vehículos. La paralización de la planta ha supuesto el despido temporal de unas 2 mil personas.
La escasez de componentes es a su vez consecuencia de la huelga que afecta a la planta de GM en Wentzville, en el estado de Misuri, desde el viernes.
También este miércoles, Stellantis anunció que ha tenido que despedir temporalmente a 370 trabajadores de tres plantas en los estados de Ohio e Indiana porque producen componentes para la fábrica de Toledo, que también está en huelga desde el viernes.
El sindicato United Auto Workers (UAW) inició el viernes huelgas en esas dos plantas de GM y Stellantis, así como en la de Ford en Míchigan, por la falta de un acuerdo para la firma de un nuevo convenio colectivo. La huelga afecta en estos momentos a unos 12 mil 500 trabajadores de las tres compañías.
El sindicato ha advertido que si no hay un acuerdo antes de la medianoche del 22 de septiembre la huelga se extenderá a otras factorías de los tres principales fabricantes de automóviles de Estados Unidos.
UAW también anunció este miércoles que unos 190 trabajadores de la empresa ZF, que suministra partes a la planta de montaje que Mercedes-Benz tiene en Alabama, han iniciado un parón para reclamar una subida salarial y prestaciones sanitarias.
ZF proporciona ejes del tren delantero para la fabricación de automóviles en la planta de montaje que Mercedes-Benz tiene en Tuscaloosa (Alabama).
La planta de Mercedes-Benz emplea a unas 6 mil 300 personas que producen los todocaminos SUV GLE, GLE cupé y GLS, así como los eléctricos EQS y EQE.