La economía de Panamá se mantendrá entre las que más crecerán este año en la región, al igual que en el 2023, pese a la desaceleración y el impacto inflacionario que azota a los países, así lo considera la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que presentó este jueves 15 de diciembre un balance preliminar de las economías latinoamericanas.
El organismo estimó que el producto interno bruto panameño crecerá este año 8.4%, ligeramente por encima de lo que había proyectado en octubre pasado cuando indicaba que se ubicaría en 7.4%. Mientras que en 2023 la Cepal estima que Panamá mantendrá la estimación con un crecimiento del PIB en 4.2%.
La Cepal señala que en un contexto de incertidumbres externas y restricciones internas, los países de América Latina y el Caribe crecerán 3.7% en 2022, poco más de la mitad de la tasa del 6.7% registrada en 2021. Además el organismo estima que en 2023 se profundizará la desaceleración del crecimiento económico y se alcance una tasa del 1.3% en la región.
El Secretario Ejecutivo la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, sostuvo que las respuestas de política monetaria adoptadas a nivel mundial en 2022, en un contexto de aumento en la inflación global, han provocado incrementos en la volatilidad financiera y en los niveles de aversión al riesgo y, por tanto, han inducido a menores flujos de capital hacia las economías emergentes, incluyendo las economías de la región.
Indicó que la reducción que se espera en la inflación global para el 2023 tenderá a moderar los incrementos de las tasas de política monetaria de los principales bancos centrales.
“Luego del dinamismo mostrado en el primer semestre de 2022, la actividad económica de la región se ha desacelerado, reflejando, por una parte, el agotamiento del efecto rebote en la recuperación de 2021 y, por otra, están afectadas por los efectos de las políticas monetarias restrictivas, mayores limitaciones del gasto fiscal, menores niveles de consumo e inversión y el deterioro del contexto externo”, indica el informe de la Cepal.
El Balance Preliminar de la Cepal plantea que es fundamental dinamizar la inversión y la productividad para atender las demandas sociales, la creación de empleo decente y reducir la informalidad, la desigualdad, la pobreza, y avanzar en la adaptación y mitigación del cambio climático.
“Son necesarias políticas públicas innovadoras en lo productivo, financiero, comercial, social y en la economía del cuidado, para evitar una nueva década perdida como la observada durante el período 2014-2023″, planteó el organismo.
Los países que más crecerán en 2022 y 2023
En medio de la turbulencia económica global, hay economías que registrarán en América Latina indicadores positivos de crecimiento, algunos por el efecto de rebote económico luego del letargo causado por la pandemia.
Encabeza la lista de crecimiento económico Venezuela con 12% de proyección por parte de la Cepal para este año 2022 y para 2023 se estima un crecimiento de ese país en 5%.
Le sigue Panamá (8.4%), Colombia (8%) Uruguay (5.4%), República Dominicana (5.1%) y Argentina (4.9%).
Costa Rica por su parte registrará un crecimiento de 4.4% este año, Honduras de 4.2%), Guatemala de 4%, Nicaragua de 3.8%, Bolivia con 3.5%, México (2.9%) y Brasil (2.9%).
Con crecimientos más bajo aparecen Ecuador (2.7%), Perú (2.7%), El Salvador (2.6%), Chile (2.3%), Cuba (2%), mientras que Paraguay registrará una tasa negativa de -0,3%) y Haití de -2 %.
Los países que más crecerán en 2023 están encabezados por Venezuela con una estimación de 5% de crecimiento del PIB, le seguirá República Dominicana (4.6%), Panamá (4.2%), Paraguay (4%), las islas del Caribe (3.3%), Guatemala (3.2%), Uruguay (2.9%), Bolivia (2.9%), Honduras (2.7%), Costa Rica (2.6%), Perú (2.2%), Nicaragua (2.1%) y Ecuador (2%).
Los países que menos crecerán en 2023 según las estimaciones de la Cepal son: El Salvador (1.6 %), Colombia (1.5%), Cuba (1.5%), México (1.1%), Argentina (1%), Brasil (0.9 %), Haití (-0.7 %) y Chile (-1.1%).
Mayor informalidad laboral en la región
El informe de la Cepal también advierte que el proceso de recuperación de los mercados laborales que se ha experimentado en el primer semestre de 2022 no ha permitido eliminar las tradicionales brechas entre hombres y mujeres que exhiben indicadores como la tasa de participación laboral y la tasa de desocupación. Durante el 2022, se han observado tanto un aumento de la informalidad y como una caída en los salarios reales.
En al ámbito fiscal, si bien se observa una reducción del déficit primario, los niveles de endeudamiento continúan siendo altos, por lo que cabe esperar que el espacio fiscal siga condicionando la trayectoria del gasto público.
“El riesgo de aumento de las tasas de interés, de depreciaciones de las monedas y el mayor riesgo soberano dificultarían el financiamiento de las operaciones de los gobiernos en 2023″, advierte el organismo.


