Para comprar petróleo venezolano, vaya a la ciudad de Panamá

Para comprar petróleo venezolano, vaya a la ciudad de Panamá


Los compradores de crudo venezolano solían visitar el edificio frente a la sede de Petróleos de Venezuela SA en Caracas. Ya no.

Ahora hay que acudir a un rascacielos en forma de espiral conocido popularmente como “El Tornillo”, en la ciudad de Panamá, que alberga una oficina de Rosneft Oil Co PJSC, según personas con conocimiento de la situación.

La oficina, compuesta por tres operadores de petróleo, dos de los cuales solían trabajar para PDVSA, ayudó a Rosneft a manejar el 70% de todo el petróleo exportado por Venezuela en agosto, según datos recopilados por Bloomberg.

Rosneft ha asumido un papel más activo en el comercio de petróleo venezolano después de que Estados Unidos endureció las sanciones a principios de este año contra la nación sudamericana en un intento por derrocar al presidente Nicolás Maduro.

Como la filial de China National Petroleum Corp., PetroChina Co. Ltd., el mayor comprador de crudo venezolano antes de las sanciones, frenó los embarques en agosto y septiembre, a Rosneft se le asignó una mayor proporción de crudo venezolano, al igual que a Cuba y la subsidiaria de PDVSA Nynas AB, propietaria de refinerías en Europa.

Reclamos de clientes

PDVSA y Rosneft han sido socios en empresas productoras de petróleo en Venezuela y, desde 2014, Rosneft ha prestado alrededor de $6,500 millones a PDVSA a cambio de petróleo.

Después de los retrasos iniciales, PDVSA se puso al día con los pagos y redujo la deuda pendiente a $1,100 millones en el segundo trimestre.

El crudo cargado como pago se revende a refinerías en China e India. Nayara Energy Ltd., respaldada por Rosneft, con sede en Bombay, ajustó su dieta y está comprando más barriles venezolanos.

El departamento comercial de PDVSA ahora cuenta con empleados traídos del Ministerio de Vivienda, antiguo hogar del actual ministro de Petróleo y presidente de PDVSA, Manuel Quevedo, dijeron algunas personas.

Los reclamos señalan que la mayoría de los operadores de PDVSA no hablan inglés, el idioma de los negocios petroleros en todo el mundo, y muchos tienen dificultades con conceptos comunes como el arbitraje y las tarifas de flete.

Otra queja común es que la mayoría de las llamadas telefónicas y correos electrónicos quedan sin respuesta, dijeron algunas personas.

Rosneft no respondió una solicitud de comentarios y un portavoz de PDVSA declinó comentar.

En una declaración del 10 de septiembre, Rosneft dijo estar cumpliendo con la ley ya que todos los contratos de petróleo, incluidos los de carga de crudo o distribución de gasolina, se firmaron antes de las sanciones.

Las amenazas de imponer sanciones a Rosneft mientras Estados Unidos permite a las compañías estadounidenses operar con PDVSA bajo exenciones pueden verse como “una competencia desleal destinada a obtener ventajas de las compañías estadounidenses en el mercado mundial del petróleo”, dijo la compañía con sede en Moscú.

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