Panamá no ha sido capaz de volver a producir la cantidad de empleos formales que el país solía tener previo a la pandemia, lo que ha generado una enorme presión socioeconómica en el país.
Entre enero y marzo de 2022 se tramitaron 58 mil 895 nuevos contratos laborales de acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel), cifra que es 42% inferior a los 100 mil 878 procesados en el mismo período del 2019, a pesar de que la planilla estatal sigue aumentando.
Si los contratos de empleos formales del primer trimestre de 2022 se comparan con los logrados en 2021, entonces habría un alza de 12 mil 574, lo que demuestra una recuperación de terreno muy débil en medio de la crisis que generó el largo confinamiento adoptado por el Gobierno para frenar la propagación de la covid-19.
Los contratos registrados en el Mitradel no se pueden entender en su totalidad como nuevas plazas de trabajo, ya que un acuerdo laboral nuevo puede suceder a una destitución o una renuncia.
Sin embargo, estos registros se han convertido en un termómetro que le mide la temperatura a la dinámica del mercado laboral.
Las autoridades de trabajo han dicho en recientes foros que tienen buenas expectativas respecto a la generación de nuevas plazas de empleo, considerando la construcción de puertos de contenedores o plantas de generación de energía, con lo cual se agregarían mil empleos.
De acuerdo con el consultor René Quevedo, la clave para entender el fenómeno laboral por el que pasa Panamá está en el comportamiento de cinco sectores específicos: comercio, construcción, turismo, industria y logística.
Desempleo e informales
375,000
beneficiados del Vale Digital; subsidio que entrega el Estado a las personas que no cuentan con un ingreso.
222,080
población desocupada a nivel nacional hasta 2021.
49.2%
de los desempleados son jóvenes, lo que implica que de cada 100 desocupados 49 tienen entre 15 y 29 años de edad.
108 mil 975
personas estaban buscando empleo al cierre del año pasado, según la Contraloría de la República.
677,875
empleos informales no agrícolas había en el país al cierre de 2021.
En los últimos 10 años, el comercio, la construcción, la industria, el sector logístico y el turismo, que en 2011 representaban el 58% formales del país, perdieron a 42 mil 063 trabajadores asalariados y generaron 140 mil 333 empleos informales, de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo.
Quevedo enfatiza que esto demuestra que no solo se trata de una pérdida de plazas de trabajo entre los sectores que dinamizan las contrataciones, sino que hay una precarización del empleo.
En la construcción, por ejemplo, 38 mil 454 trabajadores asalariados perdieron sus fuentes de ingreso, pérdida parcialmente compensada por la generación de 24 mil 988 empleos informales, para una reducción neta de 13 mil 466 empleos entre el 2011 y 2021.
A octubre de 2021, la informalidad en este sector fue de 46%.
Estos cinco sectores dan trabajo a 2 de cada 3 trabajadores con 12 o menos años de escolaridad en el país, lo cual es particularmente relevante para la toma de decisiones y el alineamiento entre la educación, capacitación laboral y lo que demanda el mercado.
En contraste, la expansión del empleo en los sectores de energía y minería es casi 100% formal.
A octubre 2021, el empleo informal en en el suministro de electricidad y gas fue de del 5% de su población ocupada, mientras que en el caso de la minería fue de 4%, ambos muy por debajo de la media nacional (47.6%) y los niveles de los cinco sectores identificados como los históricos generadores de empleo.
Durante los últimos meses Quevedo ha insistido que en el país hay una crisis laboral que no es de empleo, sino de confianza.
“Los 375 mil beneficiarios del Vale Digital son prueba de la crisis. Mientras que el hecho de que en el 2021 Mitradel tramitara 40% menos nuevos contratos laborales que en el 2019, y en los tres primeros meses del 2022 el porcentaje aumentara a 42%, es síntoma que la situación está empeorando, debido en gran medida a la mayor incertidumbre ocasionada por el Ómicron y los eventos en Ucrania”, dijo.
En el 2019 el ministerio tramitó unos 378 mil nuevos contratos laborales, pero sólo se agregaron 52 mil 040 empleos nuevos a la economía, todos informales.
La pandemia, entonces, habría abierto una herida que ya era parte del tejido laboral y que ahora es difícil de suturar.

