Como parte de su proceso de reestructuración, Corporación La Prensa, S.A. (Corprensa) hizo de conocimiento de sus accionistas que ha efectuado movimientos de reorganización gerencial que alcanzan no solo el área administrativa sino las jefaturas de sus dos diarios: La Prensa y Mi Diario.
Del lado administrativo, Basilio Fernández asume, a partir del 1 de octubre, las responsabilidades administrativas de la empresa y ocupa ahora la gerencia de Producción, Logística y Administración. Desde 2008, Fernández ocupaba la gerencia de Producción y Logística.
Con esta designación, a partir de esa fecha le reportarán a la gerencia general, a cargo de Juan Carlos Planells, de forma directa, dos gerencias: la de Producción, Logística y Administración y la de Ventas y Comercial, esta última a cargo de Soobadeh Salence. A Planells también le reportan colaboradores encargados de iniciativas digitales y proyectos nuevos.
Del lado editorial, los equipos periodísticos producirán contenidos para ambos diarios y, como parte de esta modalidad, los asuntos administrativos de las redacciones se han unificado, de tal forma que solo habrá una dirección editorial para La Prensa y Mi Diario.
En dicha dirección editorial estará Rita Vásquez, actual directora de La Prensa, a partir del 1 de octubre. Adicionalmente, la directora editorial asume las responsabilidades de circulación y de suscripciones. Mientras tanto, Mónica Palm, hasta ahora subdirectora editorial de La Prensa, pasará a la posición de jefe editorial de La Prensa, mientras que Lorenzo Ábrego —actual director de Mi Diario— pasará a la posición de jefe editorial de dicha publicación.
Rolando Rodríguez, hasta ahora director asociado y jefe de la Unidad Investigativa, funge como asesor de investigaciones periodísticas desde el 15 de septiembre.
La nota remitida a los accionistas el 22 de septiembre pasado y que lleva la firma del presidente de Corprensa, Diego Quijano, termina señalando que —como lo informó en la asamblea de accionistas celebrada el pasado 2 de junio— el proceso de reestructuración implica “salidas dolorosas de colaboraores en todas las áreas, pero en las que se ha respetado el pago de todas las prestaciones correspondientes a una liquidación sumado a la totalidad de la indemnización a la que podría aspirar cada asociado”.