En un informe del año 2023 sobre el clima de inversiones en Panamá, el Departamento de Estado de Estados Unidos caracterizó la situación económica, política e institucional del país, destacando las principales amenazas y oportunidades de Panamá.
“Los inversionistas estadounidenses alegan que la corrupción está presente en el sector privado y en todos los niveles del gobierno panameño”, afirma el informe como uno de los puntos comunes que se reiteran a lo largo del documento.
El análisis considera que el creciente peso de la deuda pública, que pasó del 46% del producto interno bruto en el 2019, al 58% en el 2022, representa una preocupación importante para el país sobre todo si se toma en cuenta la situación de la Caja del Seguro Social: “...Las agencias calificadoras han señalado que el sistema de pensiones con fondos insuficientes de Panamá, que se espera que agote sus reservas de efectivo para fines de 2023 según un informe entregado por la Organización Internacional del Trabajo, y la creciente nómina estatal podrían ponerlo en riesgo de una futura rebaja de calificaciones.”.
El peso de la desigualdad
Uno de los aspectos que se destacan en el documento es el del impacto de la desigualdad en la economía panameña, así el informe expone que: “... Panamá es uno de los países más desiguales del mundo, con el 14º coeficiente de Gini más alto y una tasa nacional de pobreza del 13% según el Banco Mundial”.
De acuerdo con el informe, el país tiene un problema significativo con el empleo informal y con la calidad del sistema educativo, elementos que combinados con la debilidad del Estado y la falta de servicios públicos de calidad, contribuyen a la desigualdad y a la mayor concentración de la riqueza en Panamá.
Entre otros aspectos fundamentales que lastran a la economía panameña, el informe también señala la inadecuada preparación de la fuerza laboral del país, al proteccionismo de unas 200 profesiones y actividades limitadas solo a nacionales panameños, y a la carencia de un servicio civil de funcionarios profesionales estable y comprometido con la eficiencia y la calidad.
La esperanza climática
El Departamento de Estado considera que el país se encuentra en una situación desventajosa porque: “Panamá no promueve ni exige a las empresas que divulguen datos ambientales, sociales y de gobernanza para facilitar la transparencia y/o ayudar a los inversionistas y consumidores a distinguir entre inversiones de alta y baja calidad.”.
A pesar de lo anterior, el informe destaca positivamente: “La afirmación del gobierno de que Panamá tiene una economía de carbono negativo crea oportunidades para el crecimiento económico, con la ayuda de las leyes 37, 44 y 45 que brindan incentivos para promover la inversión en fuentes de energía limpia, específicamente eólica, solar, hidroeléctrica y biomasa / biocombustibles.”.
Al igual que con las publicaciones anteriores del análisis del clima de inversiones en Panamá, este informe se convierte en una radiografía objetiva de las carencias y debilidades de la economía del país, que deberían convertirse en tema de discusión y en material para la reflexión sobre todo para que las candidaturas presidenciales, los partidos políticos y las fuerzas de la libre postulación, se preparen para atender las grandes tareas que enfrenta el país.